Capítulo 13

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Es por eso que te escribo y te regalo este poema y una rosa.

La mañana volvió a llegar, pero esta vez tenía un sentimiento diferente, no había reclamos, no existían las peleas en el desayuno, ni mucho menos tendría que soportar actitudes que solo lastimaran su corazón. Por primera vez en mucho tiempo tuvo un despertar perfecto, como siempre lo imagino y mucho más siendo a lado de la persona que amaba.

Los rayos del sol incomodaron sus ojos haciendo que los abriera de inmediato, se encontraba recostado sobre el pecho de su novio, con las manos entrelazadas sobre su corazón sintiendo como sus latidos suaves decían a cada momento que lo amaba. Con cuidado se levantó para mirar un poco el rostro de Bright y tratar de convencerse que aquella persona era real, que ese amor era real y que nunca nadie sería capaz de separarlos.

—¿Por qué me miras tanto? — la voz ronca de su novio llamo su atención haciendo que riera un poco.

—Solo te admiraba, esta es la primera vez que despertamos juntos sin tener que escondernos de alguien o algo por el estilo.

—¿Sabes porque es eso? — preguntó de vuelta posicionándose encima de su novio — Porque desde ahora eres mío y nunca te dejare ir.

Win solo pudo sonreír antes de llevar sus labios hasta los del contrario, se interrogaba mucho por lo que estaba pasando en su casa, pero si algo tenía claro era que ese ya no era su problema, ahora solo podía dedicarse a disfrutar del tiempo junto a la persona que le había demostrado todas esas cosas que alguna vez soñó, la que se arriesgo para sacarlo de ese infierno y con la que se quería quedar toda la vida.

—Sera mejor que nos levantemos o no me podre contener — espetó el pelinegro mirándolo a los ojos — Y seguramente tienes hambre.

El castaño asintió sin dejar de sonreír, Bright se levantó de la cama poniéndose únicamente su pantalón para bajar a la cocina y preparar un desayuno digno para su príncipe, muchas veces imagino que compartía ese tipo de situaciones junto a Win y ahora que lo estaba haciendo parecía irreal.

Aun recordaba cuando tuvo que aprender a cocinar, le decía a su madre que le enseñara porque en cualquier momento se vería preparando algo delicioso para su novio y ahora lo estaba haciendo. Se sentía triunfante al ver como cada uno de sus planes habían funcionado, pudo escaparse con Win a un lugar donde nadie los encontraría y su padre se encargaría de hacer que los padres de su novio se olvidaran por completo de él, de cualquier negocio que hayan tenido con Hirunkit y sobre todo de querer sacar provecho a costa de su felicidad.

Win tomo una de las poleras de Bright que estaban en el closet que le quedaba un poco grande, ya que le cubría hasta la mitad de sus piernas, cuando se la puso aspiro todo el perfume que estaba sobre ella quedándose de pie por un momento cerrando sus ojos, todo lo que ahora estaba viviendo era nuevo para él y aunque estaba temeroso sobre lo que vendría en el futuro no quería negarse a vivirlo.

Al bajar a la cocina el celular de su novio sonó haciendo que él sonriera con felicidad, por un momento quiso esconderse para escuchar la conversación, a pesar de todo seguía con algunas inseguridades que dejo Hirunkit y cada uno de sus comentarios. Su corazón se calmo cuando escucho el nombre de su padre, pero su curiosidad no pudo dejarla atrás.

—¿Enserio papá? — preguntó el pelinegro apagando la cocina — Eso quiere decir que puedo regresar a la ciudad y él no va a molestar.

—Si hijo, he arreglado todo para que tu puedas estar con Win ahora necesito que vengas a la casa porque tu madre y tu hermana quieren conocerlo.

—Esta noche iré con él, pero papá no regresare de inmediato a casa, después de la cena me quedare en la cabaña, tú sabes por qué.

—Si hijo, de acuerdo entonces te esperamos está noche.

I'm think you're trouble│BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora