Capítulo X

672 76 11
                                    

Advertencia: Relación con un menor. No apruebo ni aliento estas prácticas, en la trama se maneja como lo que es, un abuso.

-El de la imagen es como imagino al joven Alastor Moody-

•○●○•

Newton creyó que la convivencia con el auror Moody sería un problema. Para su sorpresa el joven mantuvo su distancia y se portaba siempre de forma respetuosa. A veces lo atrapaba mirándolo de forma extraña, pero no volvió a hacer comentarios fuera de lugar como lo hizo cuando se conocieron. Queenie lo molestaba por tener a Leta y Alastor revoloteando a su alrededor y Credence se apagaba más a él al notar la incómoda tensión. Los días pasaron lentos y aburridos sin Percival y sus criaturas, los extrañaba demasiado, junto con toda la rutina que habían creado, Nagini también ocupaba su mente, seguro la pequeña estaba asustada con todo el caos, desearía poder mantener a todos a salvo, lejos del peligro.

•○●○•

Alastor había tenido que regresar a trabajar en el ministerio; en cuanto se publicó la ficha de búsqueda de Grindelwald, las principales ciudades de la comunidad mágica británica ardieron ante saqueos y protestas. El caos era inmenso, sobre todo en la Oficina de Aurores que se veía sobrepasada, casi un tercio de sus hombres estaban heridos al ser atacados por civiles y los disturbios comenzaban a extenderse a poblados muggles, aumentando la tensión. Moody se encontraba exhausto, todo el trabajo más su agobiante rutina que debía seguir cada mañana y al salir del trabajo para evitar que alguien siguiera su rastro lo estaban agotando. Mantenía a sus protegidos en la casa de un familiar lejano que estaba deshabitada, sería difícil sospechar sobre todo porque no había mucho que lo uniera a Scamander y menos con las hermanas Goldstein.

Suspiró e intentó concentrarse para redactar el informe que debía terminar, odiaba el trabajo administrativo, con tanto caos afuera debía estar en la calle apoyando a sus compañeros, pero al ser novato le cargaban lo que nadie quería hacer.

Sus pensamientos se desviaron otra vez al hombre pecoso y distante que debía proteger; había escuchado los rumores que todos susurraban detrás de Theseus, hablando hipócritas de cómo su hermano es un enfermo depravado, un hombre que gusta de otros hombres. Alastor escuchaba sin entrometerse, manteniendo un bajo perfil, sabía que el área que eligió era cruel para las personas como él, pero ya se había resignado a no buscar alguien con quien compartir su vida, se concentraría en su trabajo y se convertiría en el mejor cazador de magos tenebrosos. Sin embargo, su curiosidad no lo dejaba dormir, el nombre de Newton Scamander no abandonaba su mente.

Todo empeoró después de lo de Nueva York, con el rostro del hombre en todos los diarios del mundo, la imagen se tatuó en sus pensamientos, le encantaba el hecho de que Newton les calló la boca a todos los que hablaban de él a sus espaldas. Verlo en la gala con Percival Graves lo había desconcertado y desanimado a partes iguales, nunca pensó que el legendario Director de Seguridad Mágica fuera como él, pero toda su interacción lo dejaba claro, se había resignado, pues no se consideraba un rival digno, pero por alguna razón el destino seguía uniendo sus caminos. Ahora tenía al hombre durmiendo bajo el mismo techo.

Se estiró en su incómoda silla y talló su rostro con frustración, intentando despejarse. Con su vista periférica observó como la luz de uno de los cubículos más alejados tintineaba para después apagarse. Inspeccionó su entorno, estaba completamente solo, no había nadie en el resto de la oficina. Las luces del resto de los cubículos comenzaron a apagarse como la primera, hasta llegar al suyo. Se levantó de su asiento sintiendo la adrenalina invadirlo, tomó su varita y se preparó para un ataque. El patronus de un fénix atravesó una de las paredes, llegando hasta su escritorio. Se relajó, sintiendo una abrumadora calma rodearlo.

Veneno para las pesadillas [Gramander]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora