NCT'S VALHALLA || NCT Fanfic

III: Jaemin

Jaemin despertó exhausto, ayer salió con una chica que conoció en un bar cerca de su apartamento. Era increíblemente hermosa pero no hubo conexión entre ambos, se despidió con un beso, la chica sabía lo que significaba y también lo dejó ir.

Ahora tenía una resaca medianamente fuerte, genial, justo el mismo día que tiene que presentar su rutina, es sábado, el día más visitado por lo tanto, día de rutina. A Johnny le tocó la anterior semana, ahora es su turno. Al ser el segundo bailarín más solicitado de NCT necesitas sorprender a la audiencia, y darles lo que quieren.

Se da cuenta de la hora, es aproximadamente la una de la tarde, Taeyong abre desde las tres para permitirles acomodar todo y ensayar si así lo quieren, para luego abrir el negocio del todo a las seis dejando entrar a los clientes.

Entonces llegará temprano para preparar todo. Quiere vencer a Johnny y hacer un mejor trabajo que él. En el silencio, se percata de una notificación que le llega al celular, es un mensaje de Jeno.

*¿Irás temprano al club para ensayar? *
* Si quieres te ayudó con eso*
*También quiero ir a probar el tubo pero ninguno de los demás irá *

Ese chico a veces era muy insistente pero le parecía adorable a Jaemin. "Estaré ahí" le escribe y se prepara para tomar una ducha. En la ducha imagina su rutina de inicio a fin como debe de ser. Espera que haya una despedida de soltera esta noche, para poder efectuar todo de mejor manera.

Al salir se viste con ropa cómoda y carga su traje de esta noche. Debería de volver a teñirse el pelo de rubio, el rosa se está volviendo cada vez más anticuado, aunque le gusta mucho a algunos clientes frecuentes.

Cuando llega al club se da cuenta de que está casi vacío, solo están Doyoung y Taeyong encerrados para "revisar las luces". Esos dos a veces le recuerdan a sus padres.

En el escenario encuentra a Jeno estirándose en el piso desvergonzadamente al estar sólo, aunque desde ahí puede ver que lo está haciendo mal.

- Tienes que dejar las piernas sin flexionar, así lo haces mejor.

- Ah, hola - Jeno sonríe haciendo los ojos chiquitos.

Adorable.

- ¿Qué harás está noche?

- Tal vez la cinco, no quiero opacarte mucho - dice Jeno.

- Haha, como si pudieras hacer eso.

Jeno se da la vuelta "ofendido".

- ¿Estás seguro de querer la competencia?

- Ah, todavía falta mucho para que abran.
Vamos.

A la siguiente hora los dos bailan mostrando sus mejores pasos, incluso realizan los más viejos con el afán de vencer al otro, pasando un rato descansan en el piso recostados con la respiración entrecortada, después de calmarse Jeno hace dos chistes de padre que lo hacen reír bastante.

- ¿Podrías ver mi rutina?

Jeno se levanta sonriendo.

- ¡Por supuesto!

Jeno es muy buen espectador, grita cuando es necesario para apoyarte, hace sonidos de sorpresa con la boca abierta, y te dice si algo luce demasiado flojo, feo o innecesario, pero en esta rutina se mantiene particularmente callado, como analizando los pasos de Jaemin.

La canción termina y el chico se levanta haciendo un giro de extensión de espalda. Ya de pie observa la cara de Jeno. Parece sorprendido pero en el sentido de algo malo.

- Jeno ¿qué pasa? ¿Dio tanto asco?

El pelinegro sale de su mente.

- No, para nada, de hecho me encantó.