VIII: Jeno

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Un rayo de luz de sol se filtraba por la cortina de la ventana de la habitación de Jaemin. Su cama espaciosa donde yacían era cálida y fresca al mismo tiempo, las sábanas eran blancas con tonos pasteles, sus brazos envolvían al menor, la cabeza recargada en su espalda, los dos apoyados en la misma almohada, sintiendo la fragancia del otro sobre su piel, por todos lados.

Jeno fue el primero en despertar y al estar de espaldas Jaemin pensó que era una pena no poder observar su rostro en calma. La hora que marcaba el reloj era las 10 de la mañana.
Ese día Jaemin tenía que trabajar con sus padres, aún no conocían a Jeno formalmente pero el ahora rubio (ya que se había teñido el cabello a rubio platinado) aseguraba que lo amarían y su hermana pequeña Haerin lo invitaría a casa todos los días a cocinar.

Sus padres tenían una farmacia medianamente grande donde su chico trabajaba entre semana y ayudaba a sus papás a abastecerla.

Jeno se sentó en la cama y se inclinó para ver el rostro del rubio, sabía que ya había despertado por el sonido de la alarma, solamente se hacía el dormido.

Se agachó y mordió su espalda a lo que Jaemin se quejó ofendido.

- Auch, ¿acabas de morderme?

- Mmmh, no, no lo creo. Debiste de haberlo soñado.

- Entonces ¿qué es esto? - se retira la camisa y sobrepasa con los dedos las marcas leves de dientes en su espalda, cerca de su hombro.

Jeno jadea asustado.

- Dios, no sabía que habían entes paranormales en tu casa, tendré que hacerte un exorcismo.

Jaemin rugió como un animal salvaje y atacó a Jeno, lanzando sus brazos sobre él, tratando de ahorcarlo a lo que Jeno respondió acostándose sobre Jaemin, y apartando sus manos a los lados. Ambos rieron divertidos y algo incómodos por la posición en la que estaban.

A pesar de que ya llevaban saliendo cerca de cuatro meses aún no habían tenido ninguna clase de intimidad de ese tipo, por alguna razón siempre eran interrumpidos por cosas externas, lo más lejos a lo que habían llegado fue ese incidente en la casa de Taeyong, y fue precisamente porque ambos estaban ebrios.

Encima de Jaemin, Jeno sonrió satisfecho y se burló del chico en su cara.

- Soy más fuerte que tú.

- ¿Qué te parece dos de tres?

Jaemin aplicó toda su fuerza y dió una vuelta al chico, ahora quedando encima.

Ya sobre él se inclinó y le dió un suave beso.

Iba a levantarse cuando sintió las manos de Jeno sosteniendo su cuello, atrayendolos más cerca. Sus frentes chocaban y sus brazos sujetaban la espalda baja del otro encima de él, que acariciaba sus hombros y cuello y pedía por más.

Jeno se dejó llevar y continuó besando al rubio apasionadamente, hasta que el otro se separó.

- Teníamos que lavarnos los dientes antes ¿no es así?

- Así es.

Soltaron unas risitas y continuaron besándose hasta que sintieron que el ambiente estaba haciéndose demasiado pesado y en conjunto decidieron parar. Jaemin tenía que ir a trabajar y él visitaría a su amigo Shotaro para preparar su rutina. Ya habrá otras ocasiones para intentarlo piensa Jeno.

Aún así cuando se separan se dan otro beso húmedo y Jaemin lo observa a los ojos. El pelinegro siente una corriente eléctrica recorrer su cuerpo y escucha las suaves palabras de los labios rosados de Jaemin:

- Jeno, te quiero.

Su respiración se detiene un segundo. Lo sentía venir desde que lo vio a los oscuros ojos pero igual se sorprende. No es que no lo quiera, pero se siente demasiado pronto. En un momento estaban jugando y siendo colegas del trabajo y al siguiente compartían una cama varias veces y hablaban todo el día. Jaemin se da cuenta de la reacción de Jeno y aclara avergonzado:

NCT'S VALHALLA || NCT FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora