Cap. 15 | Ella no es mía [Final]

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Habían transcurrido dos horas desde que Alucard despertó de ese extraño sueño que lo dejó con una nueva y confusa visión de la realidad; ¿Así sería todo si Integra se convertía en una no-muerta? Fantaseó con esa situación incontables veces pero jamás estuvo tan convencido de que nada sería como lo esperaba como cuando despertó.

¿Y si se ponía a pensar más detenidamente? Pudo ver todos los pros y los contras en la soledad de su sótano, siendo más las cosas malas que buenas... ¿Cómo pudo pensar que alguien como Integra sería feliz siendo un vampiro?

Ella pasó toda una vida luchando contra esos seres, estudiando su comportamiento, sus poderes, aprendió cada cosa con respecto a ellos a tal grado de generar una repulsión en su interior, ¿Cómo era posible que Alucard creyera que morderle el cuello la haría ceder ante él genuinamente? Se rió en voz baja, era una completa idiotez.

Pero todo terminaría más temprano de lo que quisiera, la ama de la casa estaba esperando al nosferatu en su oficina según comentó el mayordomo y, si ella aún no sabía qué hacer con su sirviente más poderoso, él mismo le daría la salida que tanto estaba buscando, propondría la prueba de amor más gigante que podía salir de su corazón no latente.

Convencido de que ese día sería el final, el pelinegro abandonó su silla y su gran habitación para ir escaleras arriba. Decidió no teletransportarse ya que gustaba de observar la mansión más detenidamente mientras caminaba.

Al llegar al piso correspondiente notó que tanto Seras como Louis estaban de pie fuera del despacho de la señora Hellsing, los dos parecían haber estado esperando al vampiro con semblantes afligidos, decepcionados, no existía miedo o felicidad en sus caras, era más un lamento de que todo hubiese ocurrido como ocurrió.

Puede que hasta desconocieran a Alucard, tal vez no sabían porqué hizo tantas atrocidades y lo sentían ajeno al vampiro desinteresado de siempre.

El nosferatu no los culpó, él también cuestionaba sus acciones y comportamientos de esas últimas semanas. Tal parecía que había caído a los pies de una humana otra vez.

—¿Ella está aquí? –lanzó Alucard siendo una pregunta muy tonta para los otros dos.

—Lo está, pasa, ya la has hecho esperar demasiado. –respondió Louis aún irritado, el enfado no se le pasaría hasta que Integra hiciese algo significativo al respecto.

Sin más palabras y cruzando miradas con Seras, Alucard se adentró al despacho de su ama. Lo primero a la vista era ella, su figura sentada tras ese enorme escritorio. Tenía las manos juntas con los dedos cruzados, los codos recargados sobre la superficie de la mesa y su boca muy cerca del cruce de sus dígitos. Su rostro tenso, su cejas casi encontradas en el centro de su frente sacaba a relucir su enojo, su furia, sin duda todo acabaría esa mañana.

—No sé si tengas algo que decir, Alucard. –comentó la fémina cambiando la posición de sus brazos, ahora los tenía cruzados.

—Házlo, Integra. –decidió el nosferatu con seguridad en su tono de voz.

—¿Disculpa? –preguntó ella alzando ligeramente la cabeza. —¿Qué quieres que haga?

—Vuélveme a sellar, haz lo que tus antecesores hicieron conmigo, deshazte de mí y espera a que uno de tus hijos o nietos necesite de mis servicios. –formuló él. Sacar esas palabras de su boca ardieron como el fuego, no quería que su ama tuviera hijos o nietos pero sabía y estaba convencido de que eso ocurriría si él no estorbaba en el camino.

Se quedaron en silencio. Alucard podía leer los pensamientos de su ama pero la mujer sabía que no era así en esa ocasión, supo que su propuesta fue ideada por sí mismo con sólo ver su cara.

She's not mine [AluGra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora