[ㅤ🛍️ㅤ]

345 61 14
                                    

Detuvo su paso frente a la sección de ropa interior, necesitaba renovar su mueble a profundidad, observó de reojo el canasto que traía en manos, ya había logrado tomar otras varias prendas

En estos momentos se encontraba sola, cosa increíble ya que últimamente no podía estar sola ni cinco minutos

Si no eran Manjiro y Shinichiro, Era Izana arrastrando a Kakucho, o Emma queriendo invitarla a un karaoke, o el trío felino buscándola, ¡O los Shiba y Takashi queriendo llevársela!

No, definitivamente no estaba acostumbrada a estar rodeada de tanta gente, ¿Por qué ahora? Su vida era tan tranquila, extrañaría la tranquilidad de hace meses

De 4 meses, que fue cuando conoció al último albino nuevo en su vida

Pero regresando al tema, no, no llevaría ese conjunto, era demaciado provocativo y no le interesaba

Aunque un silbido a su lado la hizo voltear confundida

—¿Te lo vas a probar? Pagaría por ver eso— Okey, un idiota de primera sin duda

Rubio con trenzas que se pintaban en las puntas con un color negro, con una mirada aparentemente adormilada y una sonrisa coqueta

—Oye, linda, te estoy hablando— habló nuevamente aquel chico, sofocante.

—Ran, ya encontré los— aquel chico se detuvo en seco al ver la presencia femenina

Rubio con mechas celestes, pelo más corto que el de su hermano, anteojos, estatura, alta, algo al menos

—¿Estás molestando chicas de nuevo?— Murmuró aquel desconocido, mirando con reproche al tal Ran

—Normalmente las chicas me molestan a mí— explicó con total calma y normalidad —Soy Ran, bella dama, Ran Haitani

Viró los ojos y dejó aquel conjunto allí, pasó por al lado de aquel dúo y se alejó lo más posible

Lo que menos necesitaba era conocer gente, y peor, conocer idiotas

—Bella dama, aún no oí tu nombre— Se había vuelto a colocar a su lado, estaba a nada de irse de la tienda, pero era la que tenía mejores precios y buenas prendas

—No molestes

—Si me dices tu nombre te compraré lo que quieras— sacó una tarjeta negra con letras doradas, sonriente  al mostrarla

—No molestes— repitió volteando su cuerpo, buscando otro tipo de prendas

Frente a ella los dos chicos se pusieron de pie, notablemente eran altos y daban un aire intimidante, cortaron su paso

—Esto cuenta como acoso, Llamaré a seguridad si no se apartan— amenazó, con el entrecejo fruncido y una mirada  severa

Severamente enojada

—¿No te sientes en un dejá vu, Rindou?— comentó alegre Ran

—Nos va a golpear si no nos corremos, Ran— Murmuró el contrario

Los tres quedaron en silencio, quietos

¿Híbridos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora