¿Híbridos?

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—Te veo más tarde papá— saludó desde la puerta al mayor, ignorando como este mismo negaba al ver nuevamente sus tostadas quemadas

—¡Chau Julián, Chau ________!— saludó el castaño mayor

Finalmente la puerta de entrada fue cerrada y ambos amigos comenzaron a caminar en silencio, disfrutando del frío mañanero y la calmada calle por la cual caminaban

—Tengo una duda— Julián observó de reojo a su compañera, con ambas manos en los bolsillos y su mirada adormilada 

—Yo tengo muchas— se encogió de hombros la castaña —Pero dime la tuya, quizás esa si tenga respuesta

—¿Eso fue sarcasmo?

—¿Crees que fue sarcasmo?— preguntó ella, quedando ambos en silencio

—No importa— negó rendido y volvió su vista al frente —¿Cuál es tu sexualidad? Es decir, ¿Que te gusta?

—El café, la lluvia y los libros— respondió con tranquilidad

—¡Eso no!— suspiró con pesadez —Hablo de, ¿Prefieres algún sexo específico en las personas? ¿Te atraen más chicas o chicos? ¿O ambos? ¡Sabes que soy bisexual así que eso no me importa mucho!

—¿A qué viene la pregunta?— observó el nerviosismo de su compañero y como este mismo se negaba a responder —no lo sé, no me puse a pensar eso

—Quizás seas Asexual... ¿Y románticamente? ¿Alguna vez pensaste en alguien como pareja?— volvió a observarla de reojo, atento a la respuesta

—No me interesa un amorío justo ahora— sacudió su mano con desinterés —Prefiero centrarme en mis estudios, el dinero, mi padre y mis amigos

—Entiendo...— sonrió fijando su vista en la chica a su lado —¿Me consideras tu amigo?

—Siempre lo hice

—Te quiero

—No me pondré a decirte cursilerías a las 7;30 de la mañana— frenó su paso en el semáforo, sentía como su corazón comenzaba a latir con fuerza, tanta, que tenía miedo de que alguien lo notara

—_______, está en verde...— señaló su amigo, mirándole confundido —Oye, ¿Estás bien?

—¿Puedes adelantarte?— pidió ella —Necesito buscar algo rápido

—¿Te acompaño?

—No, avísale a Kisaki que llegaré tarde— negó rápidamente y comenzó a correr en dirección contraria, dejando al rubio en un confuso silencio

—Me gustas— soltó al aire, retomando su camino tras negar con la cabeza —No, no, debe ser más sutil... _______, se que nos conocemos desde pequeños... No, demaciado cliché

Mientras tanto, la castaña detuvo su corrida tras ya unos metros lejanos, observó a ambos lados de la calle y comenzó a caminar donde unos ruidos se hacían cada vez más fuerte

Una pelea

Era un círculo enorme de gente, supuso que en el medio habría personas peleando, el lugar era al aire libre pero la zona se veía abandonada, o acostumbrada a esas cosas quizás

—¡Apuestas, Apuestas!— la gente pasaba a su lado, con latas de cerveza en la mano y, seguramente de todo menos cigarrillos legales

Debería irse, la realidad es que no podía, el ambiente le resultaba incómodamente familiar, y si quería llegar a la verdad detrás de su sueño y la gente que conocía, debía seguir aquellos peligrosos instintos suyos