-Mierda, mierda, mierda me quede dormido.- dije mientras me alistaba lo más rápido que podía, el reloj marcaba las 8:05 am ni si quiera había desayunado, lo que al final no hice, Hilda se va al trabajo en auto bus, ya que no está muy lejos, así que el auto casi siempre estaba en casa, aunque sabía conducir nunca me tome la molestia de tramitar una licencia, la anciana me matará si se da cuenta de lo que voy a hacer, sin embargo, si no tomo el auto llegaría catastróficamente muy tarde.
Tome las llaves, me senté algo preocupado en el asiento del conductor, tome unos segundos para controlar mi respiración cruce de lado el cinturón de seguridad y entonces emprendí el viaje, era verano así que la nieve era escasa, estábamos a 18 grados se sentía muy fresco, tome la ruta céntrica la cual es más rápida, la verdad mi padre si tuvo una última buena vista, conducía a un ritmo constante de 65-70 kilómetros por hora ni muy rápido, ni muy lento. Me dirigí al estacionamiento de la universidad mostré mi identificación de estudiante, para luego preceder a estacionarme.
Corrí hacia mi salón, a pesar de haber conducido llegue siete minutos tarde, por fortuna era mi primer falta así que supuse que podría integrarme sin problema, error, para mi jodida suerte había supervisión del personal docente, así que el señor "Asco" se encontraba sentado a un costado del escritorio del profesor Ricardo Martínez, quien nos impartiría la clase "Introducción al diseño" era un hombre joven y calmado, sin embargo, el señor García le presiono a sacarme del salón, el joven profesor me mostraba con un rostro de incomodidad, pero también piedad, parecía que estaba a punto de defenderme así que lo interrumpí.
-No se moleste señor, me retiro, alguna vez lo dije, estar en presencia de personas con actitudes asquerosas me enferma.- dije viendo directamente hacia el calvo que yacía en una silla sorprendido por mi actitud. Antes de cerrar la puerta dije "adiós señor asco" para así retirarme a la cafetería de la universidad ya que no había desayunado, compre un sándwich y un refresco de lima.
Mientras pasaba la hora del señor Martínez recordé la razón por la llegue tarde, -Ni si quiera me interesa quien es, qué tontería.- solté pensando en voz alta, por suerte no había nadie alrededor, pues era horario de clases, tome un poco de mi refresco, mientras recordaba esos ojos, ¿en qué rayos pensaba?, obvio no podría dibujar algo así, además ¿Que más ocultará toda esa boutique?, ¿cuál es el tono de su piel?, ¿cómo serán sus manos? ¿Tendrá el cabello largo o corto? Me quede algo disociado entre las preguntas que me estaba formulando, entonces pensé "¿qué tantas estupideces piensas?, ¿Qué te importa? Te hizo llegar tarde" regrese a la realidad, solté en voz baja un "estúpidos ojos ni son tan lindos" eso decía mi boca mientras mi mente respondía "sabes que son preciosos idiota".
Luego de veinte crisis existenciales por la chica de los ojos color sol, el tiempo de clase del profesor había prácticamente culminado, así que reingrese al salón donde el calvo aún se mantenía evaluando a su personal, así pasaron las horas; clases aburridas, personas que me incomodan, más un viejo desgraciado que me odia.
Mientras manejaba de regreso a casa me sentí un poco decaído por no lograr ver a la protagonista de mis comics, era por el material cómico que me proporcionaba, no por que quisiera ver otra vez esos maravillosos ojos... por mi mente corría la frase "ya deja de pensar estupideces".
-Lunes 27 de septiembre de 2021, ha pasado una semana desde que conocí a esa chica, más bien desde que vi el par de soles que tenía en el rostro, desde ese día tengo un bloqueo creativo muy extraño, solo eh podido diseñar un sin número de dibujos y bocetos de rostros donde encaje aquella inigualable mirada, sin embargo, había miles de posibilidades, ni si quiera me interesa ¿quién es? o ¿cuál es su nombre? Pero me intriga qué clase de persona puede manifestar tal belleza con solo mostrar sus ojos.-
Detuve mi escritura dándome cuenta de lo contradictorio que estaba sonando, ¿me interesa o no me interesa?, no, a ti no te interesa nadie, pensé, pero ella no solo es alguien más, mi conciencia argumento ante mi apatía, que rayos me sucede, no sabía que hacer, así que por primera vez la única escapatoria que tuve fue dormir.
-Martes 28 de septiembre de 2021 ¿quién se duerme a las 9 pm? Ahora me encuentro despierto a las malditas 5 am es tan temprano que desayunare con Hilda, aunque podría llegar temprano al mini market y verla...-
¡¡QUE RAYOS ESTAS PENSANDO!! Grite mientras rayaba mi libreta con algo de vergüenza, el grito fue algo escandaloso, lo suficiente para que la anciana fuese a mi cuarto a preguntar que sucedía, la única excusa que pude idear fue que golpee mi pie con el borde de mi cama, la señora solo me observo y no presto mucha atención a mi drama.
Mientras desayunaba con su ancianidad tuvimos una plática escalofriante.
-Has pensado en tramitar tu licencia de conducir.- menciono su ancianidad, mientras un escalofrió recorrió mi cuerpo, ya lo sabe.
-Pues.-pause la frase -Últimamente si.- dije con algo de nervios mientras tomaba un trago de jugo.
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Lentes empañados
Novela JuvenilUn amor que no está a simple vista si no a simple amar.