Capítulo 14: ¿Todo Siempre Fue Así?

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¿Todos conocen aquel pequeño dolor que genera querer a una persona?, ¿acaso? Ese pequeño pinchazo ante el rechazo o ante una esperada afirmación ¿es de lo que trata esto que siento?

Tal vez solo es que los demás se sienten mejor que yo, o yo no puedo dejar de sentirme tan mal, porque nada está lo suficientemente bien, no estoy seguro, pero tal vez el problema ¿soy yo? Será mi corazón pensaré inseguro...

Indeciso, indeciso, pequeño niño controversial, mi abuela seguro pensó cada que a terapia de la mano me tenía que llevar, mi madre por eso se fue, me decía a mí mismo cada que me sentía mal, el silencio formó una capa de sí mismo en lo sentimental, se envolvió tan denso que nunca he sabido ni sabré cuando algo está mal, un corazón roto, una palabra que no exponía ningún mal, solo un niño sensible, que de forma intensa siempre se destacó por sus pesares, uno que en escritos desde su silencio le ata a ser la única forma que los podrá expresar, y que tal vez sea la única que conoce para amar.

Pero, ¿por qué amar sería ese pequeño dolor a los costados de mi pecho? Se supone que el amor es la mayor expresión de aceptación, de abrazar la luz junto a la oscuridad de un cuerpo destruido, un alma perdida y un espíritu de lucha, mas, ¿de qué sirve un corazón que late fuertemente, para los corazones que no escuchan?

Lucha, lucha...pequeño corazón que al parecer de tanto pulsar me causas dolor. Empiezo a escucharte latir, supondré que el silencio que me protege de sentirte, ahora te ahogará también a ti, eso debo esperar, no quiero un pesar más que agregar, debe ser uno más que evitar, no se trata de amar si no de conservarme intacto, porque creo que si lo siento que si suelto el silencio, no poder más, creí estar listo para el paso de fe, caminar al vacío dejarme gritar.

Maldito escrito lleno de ambigüedad que resume la mezcla de dolor, amor y soledad, traición, pesar, volar... si eso deseo, volar donde no me alcance mi corazón, donde el silencio sea amplio para resguardarme, donde no puedas encontrarme o maldita emoción, donde pueda deshacerme de ti pesadez en el centro de mi ser, solo puedo vivir de la razón, porque cada que escapa del vacío una estúpida emoción y tu maldito palpitar, será tu culpa si la poesía escapa del cuaderno con puñal en mano para hacerme sangrar, hasta derrochar en el suelo ensangrentado lo que en tinta expreso pero no me permito tocar.

¿Desde cuándo me permito perder el control? Sea amor, odio o compasión, jamás toco las espinas aunque la flor sea atractiva, pero mis manos están ensangrentadas, la voz quebrada, escribo sin razón, escribo sin pensar, escribo de amor, como si supiera de que rayos se tratase el amar.

Porque nunca me atreveré a tomar esa decisión, ¿dejar que el ruido de la emoción parta en dos el silencio que protege mi corazón? Mala decisión, escribo semejante tontería muriendo de celos, de soledad, de remordimiento, de impotencia, de indecisión, de incertidumbre, de dolor, de ¿amor?

No, dolor, eso es lo que siento más, percibir la garganta destruida de tanto gritar, las manos ensangrentadas de querer el muro derribar, las ganas de liberarme que nunca pude encontrar, las veía mientras lloraba cada noche que deseaba el abrazo de mamá...

Oh maldito silencio no me evitabas escuchar al mundo, el dolor ni a los demás, era yo y mi profunda soledad, vacío y nada más, la sangre fluye ahora, ¿maldito estúpido ahora que harás? Ahora... sangra en silencio, muere en soldad, muere de incertidumbre, y mira tus manos llenas de las espinas que deseabas evitar, todo por alguien que querías abrazar.

Oh querido yo que tanto me ocultas de ti mismo y de la luz del mundo, haz sufrido más de lo que has vivido, vivido menos de lo que has querido y justo cuando empiezas a vivir...lo arruinas por tan acostumbrado que estas a sufrir. Esta batalla entre la razón y el corazón acaba sentenciándote a contestar... ¿Estás dispuesto a sangrar?

Lentes empañados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora