¿Cómo me veo? Pregunté a Hilda, ella se encontraba algo asombrada del por qué me alistaba a salir un sábado, tanto que solo pudo decir "si" con las manos en la boca, eran las 11:30 am, se me estaba empezando a hacer tarde así que luego de pedir dinero a Hilda me revisé una vez más en mí espejo, confirmé que mis jeans negros contrastaban con mi camisa roja y mi abrigo negro, el gorro que escogí combinaba con la camiseta, así que los accesorios de siempre le daban el toque final.
Mientras me dirigía tomar el auto escuché un grito de Hilda diciéndome "¡¡Diviértete en tu cita!!" a la cual respondí molesto con la frase "Que no es una maldita cita" y no lo era, mientras conducía pensaba si en realidad no lo era, luego de la conversación incomoda de ayer, dejó un par de mensajes durante la noche, ella me preguntó si podía pagarme ya el favor de llevarla al hospital invitándome a una nueva cafetería que abrió recién unas semanas atrás, al saber que era un negocio nuevo pensé que no habría mucha gente así que accedí, me ofrecí a llevarla y ella pidió que la recogiera en el Mini market "Donde empezó todo" sería un almuerzo así que debía estar por ahí un tiempo antes de la hora de la comida.
Entre mis pensamientos y el arrepentimiento de haber aceptado ya había llegado a mi destino con cuatro minutos de anticipación, mientras me recargaba en el auto escuche pasos de alguien acercándose voltee a ver justo cuando estaba tras mío.
-¡¡Ahg!! Quería sorprenderte- dijo Rayel.
-Trata de caminar de puntitas la próxima- reí, para que mi sonrisa se borrará rápidamente al pensar lo que acababa de decir.
Hoy estaba usando un conjunto igual al de siempre con excepción en que cambió de colores las prendas que usaba, de hecho nuestras camisas combinaban solo que la de ella tenía un detalle que la mía no el cual no pude evitar mencionar.
-Linda mancha de pasta dental- dije con un poco de ironía tratando de evitar reírme, pero ella simplemente reviso su camisa, rio un poco y dijo:
-Esto me recordó tanto a uno de mis libros favoritos.- Me sorprendió su reacción, supongo que no todas las personas se irritan como Hilda; por otro lado "libro favorito" no pensé que sería una lectora, deje pasar el momento luego de un par de risas.
Luego de esa ligera conversación entramos al auto y nos dirigimos a la cafetería, se encontraba muy cerca, así que no tardamos en llegar, sin embargo, el silencio que se posó cuando ella vio el auto que nos proporciona el trabajo de Hilda, entonces un viaje de cinco minutos parecía como si fuese uno de horas de incomodidad.
Aquella situación cambio rotundamente cuando llegamos al lugar, era un sitio muy bello; con un estilo muy clásico renacentista, muebles de madera, candelabros que, a pesar de ser eléctricos replicaban muy bien la luz de una vela, pisos color caoba oscura y por supuesto un olor a café, vainilla y lavanda que destacaba entre los diferentes olores del lugar, Rayel se maravilló al llegar al lugar y su dulce personalidad se hizo presente otra vez.
Al ser un almuerzo asumí que conocería su rostro, sin embargo, no pude estar más equivocado, mientras yo pedía un platillo de entrada, ella solo pidió una malteada de fresas, no se despojaba de ninguna prenda incómoda, ni si quiera la mascarilla o su turbante, deslizaba su pajilla por bajo de la mascarilla para tomar su bebida, lo cual me perturbó un poco ¿acaso no quería que la viera? ¿Se sentía incómoda conmigo? ¿Era acaso el clima? Pensé en muchas posibilidades hasta que mis pensamientos perdieron el camino y acabaron en mi boca, ¿Por qué no te quitas todo eso del rostro y comes más cómoda? No creía lo que acababa de salir de mi boca, ni si quiera debía importarme es su problema no el mío, su respuesta me dejo helado.
-La realidad es que tengo Asma, desde muy pequeña eh tenido problemas de las vías respiratorias el frio incluso siempre ha sido un problema y viviendo literalmente entre montañas de nieve me la eh pasado entrando y saliendo de hospitales, la pandemia es un dilema para mi familia, porque se preocupan de que si contraigo el virus no cuente la experiencia de superar la enfermedad- dijo sin titubear ni un momento como si me contase sobre un viaje escolar, pensé en la explicación hasta que...
-Pero en realidad no me importa la pandemia, moriré cuando tenga que morir, sin embargo el cubrirme y el protegerme tanto tomó otro sentido ahora que hay un chico que me interesa, más no quiero que su interés por mí se base en como luzco, si no en quien soy, aunque la mayoría de personas no me hablan por no saber cómo me veo, las pocas que si lo hacen son las que deben estar en mi vida- finalizo para así tomar de su malteada deslizando la pajilla por debajo de su mascarilla.
A pesar de todo lo dicho por algún motivo que no logré comprender, solo podía enfocarme en la frase "hay un chico que me interesa" sin ningún tipo de sentido aquella frase me incomodó o disgustó, en realidad no sabría describir aquella sensación, aunque simplemente no me agradaba. Eso me hizo querer marcharme así que dije "pediré la cuenta" me levanté a pagar para así intentar largarme de aquel sitio.
De alguna manera la molestia me hizo olvidar que traía una acompañante, la cual corrió detrás de mí al verme salir del lugar gritando "¡Hey espérame!" el cual ignoré, sin embargo en su torpeza doña caídas hizo aparición que por el vapor en sus anteojos tropezó justo tras de mi empujándome y sacándome del golpe un lente de contacto.
-¡Ahg! Maldita sea el lente- exclame al percatarme del lente que se había salido de su lugar.
-Lo siento, lo siento- repetía constantemente Rayel con un tono tímido que reflejaba vergüenza por el golpe y lo ocurrido con mis aparatos de visión.
Respiré profundo para luego decirle que no se preocupara que tenía otros pares más, subimos al auto y durante todo el viaje me pidió disculpas mientras yo guardaba silencio, la deje en el mini market como solicitó y arranque bruscamente sin despedirme, llegue a casa entre al cuarto sin decir una palabra a Hilda me tumbé en la cama con una molestia en el pecho. Pasaron las horas, no supe que más hacer con aquella molesta sensación. Además de que ya perdí el maldito primer par de lentillas solo me quedó tomar mi libreta, expresar como me sentía, pero solo logré escribir...
"-Sábado 2 de octubre de 2021, me interesa un chico al cual no quiero conocer.-"
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NOTAS DEL ESCRITOR.
Una enorme disculpa por el retraso no tengo computadora y rara vez voy a casa, la universidad me tiene algo sofocado, por lo cual una disculpa también por lo corto del capitulo.
En fin.
¿Acaso nuestro Zeth se puso celoso?
¿Captaron la referencia a cierto libro famoso?
¿De que chico estará hablando Rayel?
Espero lo hayan disfrutado, dejen sus comentarios y voten si les agrado el capitulo.
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Lentes empañados
Novela JuvenilUn amor que no está a simple vista si no a simple amar.