Pҽϙυҽɳ̃σ Pαρά | InTheo [P1HARMONY]

☆彡06: Parlanchín

[Tres meses después]

—No creo que a TaeYang le guste tu visita inesperada...

—Yo no diría inesperada, sino algo así como sorpresiva.— Shota me venía acompañando con un regalo en manos. Él estaba muy emocionado con la idea de que sería tío y hace mucho me estaba pidiendo ver a Yang, conocerlo como se debe y poder acariciar su vientre; sin embargo, siempre busqué la excusa perfecta para negárselo, pues no sabía, ni tampoco sé, si la idea le iba a gustar a mi pequeño novio.

—¿No es lo mismo?

Shota lo pensó un poco, pero al final negó, aunque muy en el fondo sabía que si era lo mismo.

—Claro que no y no pienses en botarme a estas alturas.

—No pienso hacerlo yo, ya que si TaeYang se siente mal, la que la botará será su madre.

Shota me miró mal, pero al final siguió caminando e ignorandome el resto del camino, algo que en verdad fue muy incómodo, pues mi amigo bajito era de aquellos que hablan y hablan hasta nunca cansarse.

—¿Y JongSeob?— Susurré. Shota suspiró y entonces supe que no estaban pasándola muy bien —Pensé que te acompañaría...

—No, en realidad tenía que hacer algunas cosas en la universidad...— Asentí, a pesar de que el no me viera.—Desde que ha iniciado con sus clases no ha hecho nada más que ignorarme y simplemente decirme que tiene muchas asignaciones.

—Al entrar a la universidad tu vida se limita a solo comer, estudiar, ir al baño, comer, estudiar y así sucesivamente.

Shota rio y asintió, dejando de lado su tristeza y preocupación.

—Y...¿Ya saben si es una nena o un nene?

Sonreí como un total tonto al pensar en mi hijo y en TaeYang, y negué.

—Lo acompañaré al obstetra la próxima semana, pero hemos acordado no saber el sexo de nuestro bebé hasta que nazca.— dije con total orgullo.

Shota hizo un puchero y luego vio su regalo.

—Supuse que rran de esos padres, así que compré ropa para ambos sexos.—Mi amigo sonrió y cuando me detuve, el también lo hizo, aunque parecía algo muy confundido. —¿Es aquí?— Shota miró a tosos lados y luego a la casa que se encontraba frente a nosotros.

—Si, y trata de no ser ruidoso, ya que TaeYang está en el mes en el que todo le fastidia, incluso una pelusa en su almohada.

Shora rodó los ojos y esperó pacientemente detrás de mí.

No pasó más de un minuto antes de que la puerta sea abierta y viera a la señora Choi con su típica sonrisa.

—TaeYang ya iba preguntando por ti—Dijo ella, apartándose para dejarme pasar.