Pista-3: Un adiós para nadie

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Yekaterina se acerca a su compañera quien lee una pequeña libreta, a la distancia en el almacén el Despojo busca el resto de su ropa. La agente nota que la libreta está forrada con cuero negro, en la esquina superior posee un símbolo de un ancla invertida d color rojo.

—El ancla invertida, una libreta de Astrea —Dice Yekaterina —Interesante, teniendo en cuenta que los refugiados no podían cruzar casi ninguna pertenencia a través de la frontera. ¿Tiene algo útil?

—¿El tipo está lejos? —Pregunta Brigitte por lo bajo.

—Sí, le pedí que se vistiera. Parece ser bastante obediente e inocente, lo cual no me gusta; si la información era correcta, es el dealer de droga que estábamos buscando...

—¿Pero?

—Su estado actual, el hecho que no recuerde nada y la cantidad de latas de ensueño. Sospecho que tuvo una sobredosis.

—¿Una sobredosis de Ensueño? Ósea, esas sobredosis que tienen un noventa y cinco por ciento de tasa de mortalidad y el otro cinco por ciento quedan mentalmente destruido. —Brigitte trata de permanecer seria, pero como una persona que ha llevado varios cadáveres a la morgue por culpa del Ensueño, le resulta ridículo —¿Y vos teorizas que el tipo este sobrevivió y sólo tiene amnesia?

—Es una manera escueta de decirlo, pero creo que la respuesta es un sí. —Le responde Yekaterina con su clásica seriedad analítica.

—¡Ja ja ja, que reverendo hijo de mil puta! —La situación sobrepasa un poco a Brigitte —Ja ja ja... Toma, creo debe ser la libreta personal del tipo —Le entrega la libreta a su compañera —te marque dos hojas; la primera es una lista de latas, cuántas le dieron y a cuanto las tenía que venderlas. La otra es la última página escrita, es como una carta de S. así que tu teoría es correcta, como siempre, así que es el dealer que buscamos y sobrevivió una sobredosis.

Yekaterina toma la libreta y primero revisa la evidencia sobre el Ensueño; Diez latas en una página vendidas a cincuenta Gotas anotado con la abreviación G$. La siguiente página tiene el garabato del ancla invertida con un puño encima y las sigla PUNA —El Partido Ultra Nacional de Astrea, esto complejiza mucho las cosas —Continúa la lectura de las páginas, encontrando más ventas de Ensueño, las suficientes como para enjuiciar al Despojo. Yekaterina avanza hacia la otra página que le marcó Brigitte, la carta que dejó el hombre:

"Los odio a todos.

Se pueden ir todos a tragar mierda, en especial la gente de Argentum, hijos de mierda que me impiden volver a Astrea. Yo solo quiero volver, pero ya no hay a donde volver. Los demás países traicionaron a nuestra hermosa Astrea, la mutilaron, la ultrajaron, mi pobre país. Estábamos construyendo algo importante, un país más fuerte y lo fortalecimos con las medidas que nadie tenía los huevos de tomar.

¿Pero qué queda ahora? Nada. Ya no hay un Partido Ultra Nacional de Astrea, ya ni siquiera hay una forma de gobierno. Yo estoy atrapado acá, vendiendo droga para sobrevivir. Mis últimos compatriotas son unos cobardes patéticos. Mi familia debe estar ahí riéndose de mí a mis espaldas.

El otro día discutí con el infeliz que me alquila el almacén, y me dijo que si planeaba vivir acá que fuese más ordenado, lo mande bien a la mierda. Ya no quiero vivir acá, todos los días son lo mismo; Me levanto, agarro las latas de Ensueño y salgo a venderlas. Camino por la mierda de esta ciudad, viendo a pibes de no más de quince años drogarse, muchas veces gracias a mí. Me peleo con la gente en la calle que me mira mal, muchas veces por el uniforme. Muchas veces siento que todo lo que pasa es mi culpa, pero ya no importa. Nada importa. Dicen que mucho Ensueño es letal, es lo más lindo que me han dicho en años.

Gloria a Astrea, gloria a la nación. Ojalá le pudiera dejar un adiós a alguien, pero nadie se lo merece."

La carta le deja un sabor amargo a Yekaterina, por más profesional que ella sea nunca se acostumbra a esto. Leer lo último que escribe la gente, la afecta y le trae malos recuerdos, pero aun así ella tiene que hacerse cargo. Alguien tiene que hacerse cargo al final del día, y ella es una voluntaria porque puede hacerse cargo. Después de una pausa Brigitte le pregunta —¿Te parece que esto nos basta para que la policía actúe? —Tras notar que su compañera parece estar dispersa —¿Estás bien?

—¿Eh? Si, solo estaba pensando —Yekaterina cierra la libreta —Creo que tenemos buena información, podemos pedir que lo arresten por venta de droga, pero me gustaría encontrar donde producen el Ensueño.

—Totalmente, pero no es que podamos sacar al tipo éste a la calle para que nos lleve hacia donde hacen la droga.

—En realidad...

—No por favor. —Dice Brigitte arrepentida de lo que dijo.

—En vista que Despojo es obediente y no recuerda nada, podemos utilizarlo. Podemos hacer que recorra el barrio y cuando se encuentre con la gente que vende y hace Ensueño, pedimos la intervención policial.

—No me lo podes estar diciendo en serio... —Suspira —Okey vamos a usar al pibe sobredosis para que nos guíe.

Yekaterina aprovecha para repetir una excusa que utiliza Brigitte —Es poco ortodoxo, pero así son los asuntos parafisicos.

—Aaah, que graciosa que estás ahora. —Brigitte empezó a reírse— ¿Qué pasó, te comiste un payaso, pelotuda?

Las dos ríen un poco. Más allá de las situaciones en las que las pone su trabajo, siempre encuentran en la otra un espacio de confort. El momento de las dos mujeres es interrumpido cuando se les acerca Despojo felizmente— ¡Encontré mi ropa! Por suerte es todo igual, lo que hizo que fuese más fácil de encontrar. —Las dos dejan de reír cuando ven que la ropa de Despojo es un uniforme militar negro con líneas rojas; chaqueta abierta, pantalones y unas botas negras.

Brigitte usa con todo su poder para decir algo bueno —Por lo menos ya no está en ropa interior.

Yekaterina continua —Así vestido la gente lo va a reconocer fácilmente, así que por ahora está bien. —Agrega comillas con las manos al decir bien.

El Despojo siente que algo no está del todo bien, en especial por ese último bien que dijo Yekaterina. —¡En efecto! Algo no está bien, ellas están ocultando algo. Algo sobre vos no está bien, y les cuesta un poco disimularlo. —Le señala el LCR.

Despojo pregunta en voz alta —¿Es la ropa? ¿Soy yo? ¿La ropa y yo?

El LCR responde —¡Atención! no debes dirigirte a mí en voz alta, tienes que pensarlo.

Yekaterina le responde a Despojo —La ropa que usas representa al Partido Ultra Nacional de Astrea, hay gente que no le gusta ese grupo político porque fueron fascistas y cometieron muchos crímenes de lesa humanidad. Si bien las dos preferimos que uses otra ropa, necesitamos que uses ese uniforme.

Brigitte mira a su compañera —¿Vos crees que va a entender todo eso?

Despojo piensa un poco —Entonces esta ropa es de gente mala, pero necesitan que yo la use porque...

—Porque nos vas a ayudar a encontrar a la gente mala que hace el Ensueño. —Completa Yekaterina.

Despojo está un poco inseguro, quiere ayudar a las dos mujeres, pero no entiende del todo la situación. —¡Tranquilo! es mucha información, ayudarlas es lo correcto. Nos va a permitir des-pojar-te. Está bien que no entiendas del todo, con el tiempo vas a recuperar tus facultades. —Lo consuela el LCR.

—¡Las voy a ayudar! solo díganme que tengo que hacer. —Proclama el Despojo alegremente.

—Excelente, pongámonos en marcha. —Lo aprueba Yekaterina.

—Antes que nada deberíamos informar a la policía para que asegure el galpón. —Dice Brigitte, mientras va hacia la puerta del almacén.

—Sí, necesitamos que aseguren el lugar y las latas de Ensueño. —Agrega Yekaterina mientras sigue a su compañera.

El Despojo las ve irse, por lo que corre un poco para estar a la altura de las dos mujeres. Los tres juntos salen del almacén.

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