Comunicación - Hermanos Haitani

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Kira

El brillar de la luna no se comparaba con la tranquilidad de una tormenta, si, se que no tiene nada de tranquilo, pero, la lluvia caía sin miedo, ella anunciaba su llegada, decía cuando sería una breve llovizna, y decía cuando caería un torrencial.

—Onee-san, ¿La lluvia siempre será triste? —mi a mi pequeño enano junto a mi que dibujaba el jardín de la casa, ambos cubiertos con una manta para no pasar frío.

—Claro que no, la lluvia también puede ser de felicidad, pueden estar ocurriendo muchas cosas que haga a las personas felices. 

—Pero, ¿Por qué no la quieren?

—Las personas solemos ver la vida de distintas formas, la lluvia, es vida; el sol, es vida; el aire, es vida; para otro es sólo luz solar, agua y oxígeno, no importa el pensamiento, siempre habrá algo que suceda bajo la lluvia, sea bueno o malo, nunca estarán de acuerdo, y por ello, cada quien quiere a su manera las cosas, cada quien decide ver lo que es bueno o malo, lo que decidimos querer o no.

—¿Puedo querer a la lluvia?

—Nadie te impide hacerlo, si eso es lo que quieres y que disfrutar hacer, esta bien, lo importante es que te sientas bien tu mismo.

—Onee-san, ¿también quieres a la lluvia? —me detuve un momento a pensarlo.

—No la quiero, pero tampoco me cae mal, es como el sol, me agrada que aparezca en las mañanas, pero no en las tardes, me gusta el cielo nublado, y me hace sentir bien. 

—Te gustan mucho las nubes onee-san. 

—Tal vez —dije, a lo que siguió con su dibujo, pronto escuchamos pasos cerca de nosotros, me giré a ver al nuevo intruso —Vaya, si que te tomas tu tiempo.

—Hermano Rindou, hermano Ran —Kurai se levanta y se acercó para saludarlos, ambos miraban fijamente a mi hermano.

—Tienes un...

—9 de calificación.

—¡¿Por qué?! —reí levemente por ello.

—Dejen a mi hermano en paz, el decidirá si se viste como pingüino o no.

—Onee-san, quiero verme bonito —reí por ello.

—Pero si ya eres bonito ototo.

Eso terminó por avergonzarle definitivamente. Aun así, pasamos la tarde juntos, mamá se llevó a Kurai, asique tenía vía libre para salir con ellos, aunque debía regresar temprano, ya entendía cada vez más a Mitsuya-chan.

 —¿Y bien? ¿Dónde iremos? —dije a lo que partíamos hacia el centro de Roppongi.

—Iremos al centro comercial.

Eso sonaba algo cansado.

Y no me equivoqué, por cada lugar que pasabamos trataban de que me pruebe algo, lo que no lo hice, aun así, aceptaron ver una película, tienen suerte de que me influyeran en sus gustos.

—Kira, vamos, no seas amargada, sonríe un poco más —lo miré más seria, para sonreir un poco —eso es.

Ran era un caso perdido, pero también lo quería, Rindou estaba cansado de las cosas que hacía.

—Sigo diciendo que Rini es más rápido que tu —dije para tomar la mano de ambos y seguir con nuestro camino.

—¿Qué? —reí por ello.

Ese era Ran captando indirectas, aquí no entraba el de, el hombre debe ser quien se declare, no, claro que no, tal vez con Rindou, aunque el recibió un empujón de mamá, aquí debía ser yo quien diera el paso.