La noche había transcurrido de forma complementamente esporádica, ambos se sentían sucios y cansados, pues el esfuerzo físico que requirió levantar peso muerto de más de una docena de pescadores les había costado más de una hernia sobre la columna.
El ciervo, quien realmente no acostumbraba a realizar esa cantidad intensa de ejercicio, no lograba identificar que su cuerpo se sentía completamente abatido, que el sudor frío mezclado con sangre, ollín y polvo no era lo único que le hacía sentirse sucio, sino toda la noche de desvelo que él y su socio tuvieron en el centro de una guerra por territorio.
Era incluso más violencia del que Alastor en sus treinta y tres años de vida pudo experimentar en carne propia, un pequeño tic nervioso se le presentó en su ojo izquierdo debido al estrés.Ni hablar del felino, quien aún no se acostumbraba a ver y revivir tantas experiencias que tuvo en vida durante su servicio militar. Respiraba agitado e irregular por el agotamiento, y se esforzaba por mantener su cabeza fría para no caer en un posible ataque de pánico, su presión arterial comenzaba a sentirse como una tortura, al borde de que su corazón colapsara, un paro cardíaco del cual y desgraciadamente no podía morir.
—¿No puedes... Ya sabes, hacer tu extraña magia voodoo y hacer desaparecer los cadáveres? - Preguntó, acercándose al más joven con la intención de sentarse a su lado izquierdo para descansar con él, sus garras quitaron de su cabeza su sombrero, así pudiendo utilizarlo a modo de abanico y aliviar su respiración.
Frente a ellos yacía una pila no muy grande, pero gráficamente desagradable a la vista, eran casi un metro de altura en cadáveres que no olían para nada bien. Husk hacía lo posible por no mirar el paisaje nauseabundo, intentaba ignorar que el pelaje tan blanco de su pecho estaba manchado del color carmesí y el aroma a óxido propio de la sangre. ¿Cómo se supone que iban a limpiar todo eso?
— Desgraciadamente, mi querido amigo. Me temo que aún no alcanzo ese nivel de fuerza, no tengo contratos lo suficientemente fuertes y no puedo mover una pila tan grande. - Alastor se encontraba en el mismo estado de agotamiento que su contrario, claro que el cansancio en él se manifestaba de forma distinta, pues una aura oscura de irritabilidad rodeaba y perturbaba su cabeza, se le notaba, más bien, tenso.
Un largo, casi eterno silencio se dió en medio de la conversación, ninguno de los dos tenía las energías para siquiera pensar en una solución; quemar los cadáveres era poco práctico (además de que el olor es insufrible), volarlos con dinamita sólo esparcería las vísceras y extremidades por todos lados, la opción de usar algún conjuro tampoco era posible, sólo quedaba mover los cuerpos uno por uno y llevarlos al basurero más cercano.
El nevadense, comenzaba a pensar en todo lo que sucedía y que desencadenaba en acabar en situaciones de lo más "random", ¿cómo era posible terminar así, en un lugar totalmente ajeno del mapa?
De pronto, el ciervo tuvo una realización.— ¿Sabes quién podría ayudarnos? - Una sonrisa energética se formó en el mismo, levantándose del suelo con un temblor evidente en sus piernas debido al esfuerzo, sacudiendo sus prendas y con un simple movimiento de manos invocó su famoso micrófono antes de mirar con manía a su pareja.
— El qué... - Comenzaba a tener una vaga idea de lo que pasaba por la mente ajena, sin embargo estaba confundido (por no decir cansado) para procesar lo que sea que vaya a decir a continuación.
— ¡Verás, hace poco decidí adoptar a otro pecador como tú, claro que ésta es mucho menos deprimente que tu pobre cara, haha! Tiene mucha más fuerza física que tú y yo juntos, el trato fue que ella asistiría de manera voluntaria, así que no puedo controlar sobre sus decisiones.
— ¿Qué te hace pensar que aceptará un trabajo tan sucio? - Levantó una ceja con confusión, comenzaba a imaginar un giro de acontecimientos extrañamente favorables a la narrativa.
ESTÁS LEYENDO
It's always you - Radiohusk
Fanfiction"Cuando el famoso Locutor de New Orleans, mejor conocido como el Demonio de la Radio, había decidido entrometerse en la vida de cierto presunto originario de Nevada Estados Unidos, no contaba con lo difícil que sería domesticar, un gato tan viejo co...