10| Sentimientos de lluvia

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Los relámpagos que cayeron al suelo del infierno producto de una lluvia intensa que se habría formado durante la noche, lograron despertar al exmilitar, exaltado por el fuerte sonido de los truenos que retumbaban en sus sensibles oídos y que le traían malos recuerdos. Su cuerpo había reaccionado de golpe como si de una extraña memoria muscular se tratase, su pelaje se erizó, extendiendo desde su columna hasta la punta de su cola, por suerte sólo fue un pequeño susto pasajero, le dió una simple mala pasada.
Suspiró frustrado de haber despertado de tan mala manera, talló sus párpados, frotó su rostro con cierta agresividad y se sentó sobre el sofá donde estaba durmiendo, justo a un lado de un gran ventanal, pudiendo observar desde el interior tan cálido y agradable del hotel, una lluvia ácida intensa, que castigaba a sus oídos con fuertes truenos, que sonaban de manera esporádica y sin previo aviso.
Revisó la hora sin demasiados ánimos, 05:45 AM, no había dormido demasiado, no iba a dormir más, el cielo seguía oscuro, y el exterior sólo era iluminado por la propia luz artificial de la ciudad.

Con el suficiente humor para poder levantarse del sofá, fue a paso lento en dirección a la entrada principal del hotel, con las llaves en mano a abrir por completo una de las puertas con la intención de ventilar el lugar, inhalando profundamente el tan fresco olor que le brindaba ese día, se apoyó en el marco de la puerta, observaba con nostalgia hacia afuera, disfrutando del agradable silencio de dichas calles, en esos momentos habría agradecido tener un cigarrillo a mano.

•  •  •

Las cortinas se abrieron al interior de la pequeña casa que el joven adquirió hacía ya unos 4 años, con un simple chasquido logró abrir las mismas, así pudiendo dejar entrar la poca luz de dicho día, que iluminaba la sala de estar con un leve tono rojizo.
Prendió las luces de la cocina, encendió la estufa para así colocar a calentar agua, con un molino quebraba en trocitos las semillas de café tostadas, quitó de debajo del molino el pequeño cajón que almacenaba las semillas ya trituradas.
Filtro, café, agua y reposo, esperaba pacientemente a que el agua se filtrase, yendo a poner a la tornamesa un vinilo de Billie Holiday, depositando exactamente sobre la hendidura que sintonizaba la canción "Easy living", una perfecta ambientación para disfrutar de la mañana.

Habían pasado unas... ¿Cuánto, dos semanas? Desde el reciente anuncio que movía masas como pan caliente: “Las exterminaciones llegarán más pronto de lo esperado”.
No siendo anuales, sino semestrales, se pensó que tal vez podrían llegar más huéspedes más pronto de lo esperado, y sin embargo, la única gente que se podía apreciar era la misma basura de siempre, solo que ahora se había sumado otro demonio más, alguien tan inútil que sorprende lo lejos que ha llegado sin haber muerto, o al menos eso pensaba el ciervo, quien luego de su pequeño pero satisfactorio desayuno, se manifestó dentro del hotel, sin tocar la puerta, sin avisar, con la sonrisa más grande de lo habitual, parecía de buen humor, a diferencia del felino.

—Y entonces me dijo; ¿Por qué deberías de vivir en otro lugar además del estudio? Ñi, ñi, ñi, ¿dónde está tu puto compromiso con el trabajo? Mi, mi, mi... (Hic).

El felino suspiraba frustrado, vagamente angustiado de tener al actor porno con su cara estampada en la barra del bar, moviendo su vaso de un lado a otro, amenazando con voltear el trago en su triste borrachera.

— ¡Haha!, por Satan, son las nueve de la mañana, ¿qué hace Angel ebrio éstas horas?

El demonio de la Radio se había acercado con curiosidad a ver la escena, miraba a la araña con cierto rechazo y lástima, decidiéndose por sentarse en el bar también, y hacerle compañia a su colega.

—Es... Su mecanismo de defensa, supongo.

Contestó igual de extrañado que su compañero, claro que su expresión finalmente acabó por mostrar más preocupación que otra cosa, colocó su pata sobre la espalda del arácnido, palpando con suavidad en un intento por consolar al hombre. Alastor observaba en silencio, se encogió de hombros.

It's always you - RadiohuskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora