¡HEY, MIRI! [Buddy Daddies]

¿Qué Es Lo Normal?

13 años.

Cómo deseo que un rayo aterrize encima de la cabezota estúpida en éstos momentos.

¡NO ESTUDIÉ NADA!

Los demás responden con fluidez cada uno de los puntos del examen de Geografía y yo...

¿Poner mi nombre en la hoja tiene algún puntaje? ¡Aunque sea uno chiquitito! ¿No? ¡Rayos!

Si tengo otra mala calificación en ésta materia, mis padres van a contratarme un tutor y tendré que estudiar todas las tardes, ya no podré ir a la parque de patinaje con mis amigos, ¡Tengo que patear el trasero a Taiga en el skateboard o dejo de llamarme Miri Unasaka!

-Señorita Miri Unasaka...

¿Eh? Qué coincidencia.

Levanto la mirada de mi examen desierto y veo que una señora está en el marco de la puerta junto a mi maestra.

-Por favor, venga conmigo.

Todos mis compañeros empiezan a murmurar y algunos dicen "Uhhh" en voz baja.

Payasos.

Lo bueno de ésto, es que no tendré que contestar el examen de inmediato, ¡Uhhh para ustedes! Me levanto de mi pupitre y salgo del salón siguiendo a la señora de aspecto monótono y profesional, ¿Qué pasó?

~~~~~~~~~~~

Estoy sentada en un pequeño sillón frente a la señora quien ojea a detalle un documento en un folder amarillo y en pocos segundos, cierra el folder y me observa.

-Buenos días, señorita Unasaka.

-Eh, Buenos días. ¿Va a decirme porqué me trajo a su oficina? Estoy en medio de un examen.

-No te preocupes, tu profesora va darte tiempo extra para que termines tu examen. La razón por la que te cité a mi oficina es porque soy la nueva trabajadora social de la escuela, revisé tu expediente y hay muchas cosas que llaman mi atención.

Ay... No, ¿Saben que fui yo la que manchó las paredes del baño? ¿La que metió lombrices en los casilleros de las chicas populares? ¿La que puso polvo picante en los uniformes de los chicos del equipo de fútbol?

Saco una pequeña sonrisa inocente y juego con mis dedos. Upsi.

-Yyy... ¿Qué tipo de cosas? Si puedo saber.

-Para empezar, tu nombre.

¿Huh? ¿Ooooookey?

-¿Qué tiene de malo mi nombre?

-Hay un detalle con él, señorita.

No me está gustando su tono, así que sólo me cruzo de brazos y la veo con indiferencia. Dígalo todo, la reto.

-No estás registrada con los apellidos de tus padres, los certificados no coinciden.

-Kazuki Kurusu y Rei Suwa me adoptaron como su hija, realizaron todos los trámites de forma legal y precisa y en cuanto mi apellido, ellos me dijeron que debía conservarlo si quería quedarme en su casa. No me pareció un problema.

Nunca entendí porqué no querían darme sus apellidos, según ellos, son cosas de trabajo, pero nunca les creí.

Igual, ni me importa.

-Me parece muy extraño que te hayan adoptado y no te registraron con sus apellidos, deberías llamarte Miri Kurusu Suwa, aunque no sabría cual es la ubicación exacta de sus apellidos, no sé quién de los dos es la mamá o el papá.

-No hay necesidad de establecer una etiqueta o un rol en nuestra casa, ambos son mis padres. Papá Kazuki cocina delicioso y Papá Rei me enseña autodefensa.

Un momento, creo que ya hay un rol... Mmmm...

-Y... ¿Tu mamá?

Dejo de pensar en los roles y mi mente se pone en blanco.

Mi mamá...

-Mi mamá se fue del país, no quiere saber nada de mí y créame, el sentimiento es mutuo. No quiero seguir hablando de esa mujer, ¿Qué otra cosa desea preguntarme? Tengo que volver a mi examen.

Prefiero un millón de veces reprobar la materia y recibir los sermones de papá Kazuki que seguir escuchando las insinuaciones de ésta pobre señora.

-Una cosa más, es más bien una pregunta.

Muevo mi mano derecha haciendo círculos en el aire, una señal para que prosiga y terminemos de una vez por todas el interrogatorio.

-A ver, dígamela.

-... ¿Eres feliz?

Feliz.

Otra vez... Otra vez esa patética pregunta.

-¿Qué es lo que quiere decir con ser "feliz"?

Resalto las comillas con mis dedos.

-Me refiero a que si eres feliz con tu vida actual y con tus padres, si no has sufrido discriminación o burlas por parte de la gente que te rodea.

-Y según usted, ¿Porqué debería sufrir discriminación?

Quiero que lo diga.

-Bueno, es obvio... Por ser hija de una pareja homosexual. Trabajo en algunos proyectos sociales en donde transferimos a jóvenes necesitados con buenas familias que puedan acojerlos, si tú lo deseas, puedo usar mis influencias para conseguirte una familia diferente, una familia normal.

Eso es todo, ¡qué se calle!

Me levanto del sofá con rapidez.

-¡No necesito otra familia porque me gusta la que tengo! Además, ¿Quien es usted para determinar lo que es normal en ésta vida? Todas las familias son diferentes y sí, sufrí mucha discriminación por parte de la gente, pero eso no me hizo rebajarme, al contrario, me hizo entender que sin importar lo que hagas, todos estarán inconformes contigo y que no necesitas la aprobación de otros para ser feliz y hacer lo que te gusta. Mi vida no es perfecta, pero me siento bien con ella y con las personas que la conforman.

Ni siquiera la dejo responder, porque salgo de su oficina cerrando de un portazo.

Lo admito, conforme crecía, tuve muchas dudas con respecto a mi estilo de vida, mi familia extraña, la rutina de mi hogar etc..

Pero lo comprendí rápidamente y eso sí.

Nadie puede decirme qué hacer ni cómo vivir.

Me siento agradecida por todo lo que tengo y por tener unos padres increíbles.

Y si las personas no pueden entenderlo, que pena por ellos.

A veces me sorprende la cantidad de personas ignorantes que habitan éste planeta, son tiempos distintos con normas distintas, eso es todo lo que diré.

...