El Momento #2

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Rei

Miri y Taiga se fueron hace dos horas de la casa, pero debo ser sincero.

Me parece una eternidad.

¿Así es como siente un padre cuando deja a su hija sola?

Bueno, básicamente no está sola, tiene la compañía de un chico que sabrá defenderla si algo malo llega a pasar, pero por si las dudas...

Saco mi celular del bolsillo de mi chaqueta y entro a la app que necesito.

¿En donde se metieron?

–¿Qué haces?

Kazuki limpia sus manos con un trapo de cocina después de recoger el desastre que las amigas de Miri dejaron en la sala, yo limpié lo mío, pero no prometí que haría lo mismo con lo de ellas.

–Estoy buscando a Miri.

Eso le hace arquear su ceja.

–¿Cómo que buscando a Miri?

Después de terminar la pregunta, logra captarlo.

Lanza el trapo de cocina en el comedor y se acerca quedándose detrás mí colocando sus manos en mis hombros.
Hay un mapa, distintas áreas de la ciudad y un punto rojo en movimiento.

–¿Cuándo le pusiste un rastreador a Miri?

–No fue a Miri, fue a Taiga.

–¿Al cara de burro? ¿Pero cómo lo...?

Levanto un poco mi pie descalzo y muevo mis dedos.

–Cuando me incliné para escucharlo mejor, aproveché su distracción y le puse el rastreador en el zapato usando los dedos de mis pies. El aparato es muy pequeño, no lo va a notar.

Kazuki parpadea con incredulidad y aprieta mis hombros levemente.

–A veces me generas escalofríos.

–Eso lo hago siempre.

–¡Sólo los lunes y fines de semana! ¡El resto de los días, me toca a mí!

¿Ahora vamos a discutir sobre el sexo? Fabuloso.

–Oye, ¿Y ese rastreador puede auto destruirse?

–No voy a hacerlo explotar, Kazuki.

Suelta mis hombros y se aleja de mí.

–Qué aburrido eres.

–Por ahora ellos están bien, se encuentran en el parque central.

No hay preocupación. Coloco mi celular en el comedor y giro hacia la izquierda mirando al techo, se siente muy extraño no tener a Miri un sábado en casa, siempre nos quiere hablar sobre las cosas increíbles que ve en el centro comercial y que la llevemos a algún sitio.

Supongo que así será desde ahora... Un lugar solitario.

Si, Kazuki está conmigo, pero lo que menos quiero es enloquecer con éste tipo.

No debí tomar whisky en mi boda.

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Miri

Y aquí estamos, caminando por el parque observando lo que pasa a nuestro alrededor. Desde niños jugando en los columpios, hasta mamás tomando sus clases de Yoga.

Es un lugar tranquilo, lleno de paz, de...

–¿Qué mierda estás viendo?

¿Huh? Dejo de mirar el paisaje a mí alrededor y veo a Taiga, quien fulmina con la mirada a un muchacho que está mirándome con atención mientras dibuja en un Block.

¡HEY, MIRI! [Buddy Daddies]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora