¡HEY, MIRI! [Buddy Daddies]

Bailando Por Un Kazuki

-¡Dámelo, Papá Rei! ¡Dije que yo puedo!

-Si lo haces, vas a ocasionar un desastre y no pienso limpiar, otra vez.

-¡Yo siempre limpio el lugar donde estoy!

-Tu cama no dice lo mismo.

-¡Ahhh, olvida ya ese momento! ¡Fue un accidente!

El único accidente que deseo en éstos momentos es uno que implique a Papá Rei cayéndose al suelo para que deje de forzejear conmigo por quien se queda con el mandil de Papá Kazuki.

"Volveré a casa hoy, el desfile de modas de Karin estuvo increíble, pero ya es hora de regresar del viaje, espero que se hayan portado muy bien"

Fue lo que dijo Papá Kazuki en la llamada de ésta mañana, me encantaría hacer algo delicioso para la cena y así poder recibirlo de una manera muy especial.

Tal vez no sepa hervir ni un huevo, ¡Pero bendito sea el Internet que te enseña a cocinar en menos de 10 minutos!

Sin embargo, Papá Rei acaba de hacer uno de los actos más impresionantes en la historia de su triste humanidad: Limpiar.

Y no quiere que haga un completo desastre, ¡No confía en mí! ¡No es justo!

Ambos jalamos con fuerza cada extremo del mandil, pero de repente, el sonido de algo rascándose se hace presente en la sala y caemos en el suelo.

¡Mi deseo se cumplió! Pero no me implicaba a mí y además...

¡Auch, mi trasero! Auu...

Me levanto lentamente, hasta que... Oh no..

¡Oh, no, no, no!

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Camino por la cocina de un lado a otro mientras Papá Rei está sentado en el comedor buscando en tiendas online el objeto que necesitamos. Lo arruinanos, ¡Papá Kazuki va a matarnos!

-Deja de caminar así o vas a hacer agujeros en el suelo.

-¡¿No ves lo grave de la situación?! ¡Era su mandil favorito y lo destrozamos!

-¿Ya intentaste coserlo?

-¡Lo hice! Pero se ve fatal.

Agarro el mandil de la barra de la cocina y se lo muestro, se nota a leguas que sufrió en nuestras manos. Si Papá Rei no encuentra una réplica exacta, tendremos que entregarle éste arapo a Papá Kazuki y... ¡Boom! ¡Adiós Miri Unasaka y Rei Suwa!

No nos va a llevar flores al panteón.

-Lo encontré.

-¡¿De verdad!?

Rápidamente me pongo detrás de Papá Rei, tomando la parte trasera de la silla. Está en Ebay, entra a la sección de mandiles en donde aparece uno idéntico al de Papá Kazuki, ¡Ahí está!, con el tiburón ridículo y todo.

Puedo sentir estrellitas y corazones salir de mis ojos.

¡Vamos a vivir!

-700 dólares.

¡Vamos a morir!

-¡¿Qué cosa!? ¡Es demasiado dinero para un mandil de cocina! ¿Porqué ese precio tan exagerado?

-Tal parece que arruinaste una pieza de colección, sólo se crearon 100 ejemplares alrededor del mundo. Ahora entiendo el porqué de su importancia para Kazuki.

-¡Hey! ¡Lo arruinamos los dos!

-Te dije que no insistieras en eso de la cena especial, que compraríamos pizza de vegetales.