C A P I T U L O 42

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Años y años se preguntó que estaba mal con él, recordaba que desde niño se cubría los ojos del resto de las personas, nadie aparte de sus padres, tíos, Dongju, Mor, su primo, Jimin y Yoongi sabía lo que Seokjin realmente ocultaba tras las lentillas.

Esa habitación, nadie tenía derecho a entrar en ese lugar sin su permiso, ni siquiera Jimin se atrevía a irrumpir ese espacio, de pequeño recordaba que se escondía en esa habitación para no ir con su madre al oftalmomogo para que esté le entregará a su madre sus nuevos lentillas, tenía la esperanza de que si se escondía, llegarían tarde y el doctor no los esperaría, pero nunca pasó.

Solo lograba que su mamá se molestara con él y Seokjin se sintiera mal porque creía que había sido un mal hijo, a él de pequeño no le gustaba usar las lentillas, los odiaba, creía que sus ojos eran bonitos, su padre se lo decía cada que lo veía, pero su madre nunca pensó igual, ella le decía que debía usarlos a pesar de que muchas veces sus ojos parecían irritados.

Una vez había escuchado como sus padres se pelearon por su culpa, nunca había escuchado a su padre gritarle a su madre, ellos eran lo que muchos llaman "el matrimonio perfecto", eran envidiados por todos no sólo por la inmensa fortuna que tenían, si no por lo unidos que eran el señor Park y la señora Seo. Su padre adoraba a su madre como si esta fuera el tesoro más precioso que él tenía.

Y su madre lo trataba de igual forma, y no entendía como una mujer que parecía dulce con todo el mundo podía ser tan mala con su hijo, lo peor es que nunca demostró desprecio por Jimin, siempre fue él, desde que tenía memoria el siempre era rechazado por su madre sólo por sus ojos.

Desde ese día que los escucho discutir por su culpa, él ya no insistió en no ir con ella a sus citas con el oftalmomogo, no quería ser el problema entre sus padres y si usar las lentillas iba a provocar que sus padres nunca más pelearán entonces lo haría con gusto.

Ella lo trataba bien cuando tenía las lentillas puestas, pero eran pocas las veces en las que realmente se comportó y actuó como madre, su madre.

Por eso creía que si ni su propia madre lo aceptaba como era, nadie más lo haría, creía que si una madre decía que su hijo era un monstruo, era la verdad. Siempre vivió con miedo a que las personas lo juzgaran, recordaba que hasta su propio primo se quedó asustado cuando lo vio sin las lentillas.

Desde ahí creyó firmemente que su madre tenía la razón, nunca debía dejar que las personas lo vieran sin sus lentillas porque nadie lo querría, porque todos pensarían que era un fenómeno como su hermano en sus momentos de rabia se lo gritaba, porque esa era la única manera en la que su madre nunca lo rechazaría.

Pero una parte de él quería creer que Namjoon no lo vería como un monstruo, quería aferrarse a la idea de que el lo aceptaría, aunque su mente le gritara que no, que saldría huyendo, pero su corazón se aferraba a que sería todo lo contrario.

Tomó valor... O más bien el alcohol actuo en su organismo y le dio el valor que le faltaba para afrontar al hombre parado tras la puerta.

Miró la hora, pensando que tal vez ya se había ido a dormir, de todas formas dejó la puerta entre abierta, aunque no hubiera nadie afuera pero no tardó mucho en escuchar su voz.

Esa voz que lograba tranquilizarlo pero que también lo alteraba de sobremanera, sintió como tomaba asiento a su lado, respetando el espacio personal para no incomodarlo.

Ninguno de los dos dijo nada, ambos se quedaron en silencio por al menos diez minutos y Namjoon vio como tomaba de golpe el contenido de Soju, y le sirvió una copa a Namjoon, dejando el vaso a lado de la botella frente a ellos.

Namjoon no sabía por dónde empezar y es que, quería decirle muchas cosas, como se sentía, como lo hacía sentir el, pero no sabía si era lo correcto, no, sabía que no era correcto decirle sobre sus sentimientos, pero si quería decirle lo maravillado que había quedado al por fin ver esos hermosos ojos que tenía, por que si, había quedado deslumbrado por esos ojos desde antes siquiera de esa noche.

EL INICIO DEL FIN [KNJ+KSJ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora