C A P I T U L O 40

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Después de su conversación con Yoongi, Seokjin fue al jardín, llevaba un florero con hermosos claveles y una que otra rosa, acompañado de una fotografía.

Lo bello de la mansion era el jardín que su madre tenía, ahora un poco descuidado pero aún así las flores permanecían en buen estado.

Se arrodilló para poder acomodarlas, las puso a lado de la pequeña Cruz. Su linda, comprensiva y encantadora Mor estaba ahí, descansando en paz. Se preguntaba porque la vida se encargaba de arrebatarle a las personas que más amaba.

-Sabes, la última vez que nos vimos no te abrace lo suficiente, tampoco te dije que te quería... Eso es porque tenía la confianza en que nos volveríamos a encontrar.

-Gracias... Mor, gracias por permanecer a mi lado siempre, me educaste y compartimos momentos que nunca olvidare, buenos, malos. Pero siempre estuviste ahí.-Sonrió. - Recuerdo la vez que me caí del arbol. - Soltó una risa. - Jimin estaba llorando porque su balón se había quedado atrapado en uno de los árboles, me vino a llamar llorando para que pueda bajarlo. Era tu día libre y aún así viniste a verme al hospital, ni siquiera mi madre se acercó a preguntarme si estaba bien o si me dolía algo. - Negó con la cabeza. - Ni siquiera entró a la habitación, pese que ella era la doctora, prefirió mandarme a una enfermera para que se hiciera cargo de mi mientras ella volvía a su trabajo. Pero tu llegaste y lo primero que hiciste fue abrazarme, preguntarme si estaba bien, si tenía alguna otra herida o si simplemente había comido. Tu me cuidaste todo la noche a pesar que los doctores y enfermeros te dijeron que estaba en perfecto estado y que ya podía irme a casa, pero tu insistíste en que debía pasar la noche.

-Recuerdo que desde ese día nunca más volviste a dejarnos solos... Creí que mis padres te habían prohibido dejar de tener un día libre, me pregunté si fue mi culpa. Nunca te lo pregunté pero una noche escuché cuando le decías a tío Dongju que no querías dejarnos solos porque temias que volviéramos a salir lastimados y que estaba bien porque realmente no sabias que hacer cuando tenías tiempo libre y que siempre estabas más preocupada que relajada cuando no estabas con nosotros.

-Nunca te considere una nana o una ama de llaves... Para mí, en mi vida, tu siempre fuiste la madre que hubiera deseado tener. Nunca me juzgaste o me hiciste sentir mal, tu siempre me motivabas a ser una mejor persona y siempre te lo agradecí, cuando me quitaba los pupilentes y tu entrabas a darme las buenas noches... Tu mirada, me preguntaba si alguna vez mi madre me vería con el mismo cariño con el que tu lo hacías, recuerdo que solías quedarte por largos minutos observando mis ojos y siempre terminabas diciendo que eran hermosos, aunque nunca te creí. Ahora me pregunto... Si alguna vez alguien me verá con el mismo cariño que tu lo hacías, se que debo quitarme las lentillas, se que debo hacerlo estoy consiente de ello. Recuerdo tu cara de terror cuando el oftalmologo dijo que debía dejar de usarlos y dejar que mis ojos descanse porque las consecuencias serían grandes si no lo hacía... Lo confienzo, en realidad si tengo miedo.

-¿Te conté de Namjoon? Creo que no. - Sonrió para sí mismo. - Creía que nunca me enamoraría, nadie nunca llamó mi atención, creí que... Cuando me hiciera cargo de la empresa, tendría que casarme con una mujer que mi madre elegiría, estaba bien con eso, ya lo había aceptado. Creí que ese sería mi destino, no me importaba a decir verdad... Pero ahora lo hace, en la escuela escuche a un grupo de chicas decir que una persona que nunca se ha enamorado, ni en su adolescencia ni cuando estaba entrando a la edad adulta, sufriría cuando su primer amor llegará. Nunca creí que tuvieran razón. - soltó una risa, limpiando la primera lagrima que había derramado. - Mi primer amor resulto ser imposible, esta casado y pronto será papá. Lo peor es que su esposa y yo nos llevamos bien, resultó ser amigable y fácil de hablar con ella, ¿lo chistoso? Es que tenemos cosas en común, algo que me dejó sorprendido, nunca lo dije en voz alta pero... La primera vez que la vi, por algúna razón sus rasgos y los míos se parecen. Loco... Me pareció muy loco porque ni siquiera Jimin y yo compartimos rasgos similares, siempre nos lo han dicho, que el y yo no parecemos hermanos, pero con ella... - Agitó la cabeza, intentando sacando esa idea loca de su cabeza.

EL INICIO DEL FIN [KNJ+KSJ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora