C A P Í T U LO 2

646 62 10
                                    


-

No sabía cuánto tiempo había pasado desde que perdió el conocimiento, al abrir los ojos se encontró en una habitación, el sol se había ocultado y las ventanas estaban cubiertas por algunas tablas de madera.

Namjoon intentó levantarse dándose cuenta que tenía las manos amarradas a la cama, intentó forcejear con estas pero por más que intentaba no podía desacerlas; un pequeño ruido se escucho, NamJoon volteo y vio al mismo chico que lo había golpeado.

Al verse descubierto, el chico corrió hacia la parte de abajo, luego de unos minutos la puerta se abrió, dando paso al mismo hombre que le había disparado en la cabeza a otro hombre antes de que el pelinegro quedara inconsciente.

-Ya estas despierto. -Dijo acercándose a la cama, quitándose el abrigo que traía puesto.

NamJoon no respondió, se quedó callado sin ganas de querer responder pero alerta, luego de unos segundos el hombre siguió hablando - Te cambié el vendaje, apestaba. ¿Qué te pasó?, ¿Cómo te lastimaste?

NamJoon cuando lo vio no pudo visualizarlo bien, las luces no le ayudaban a su visión además se encontraba aún mareado gracias al golpe en la cabeza. El hombre era alto, tal vez de su misma estatura, era mayor que él, tenía el cabello negro y era de piel blanca, de ojos color verdes... Extranjero.

-Me dispararon.

-¿Te dispararon?, ¿Qué más? - Dijo, buscando algo dentro de los cajones.

-¿No te basta con un disparo?

-Escucha muchacho, yo preguntó y tu respondes, así es como se acostumbra ¿no? - El hombre se acercó al pelinegro lo suficientemente cerca de su rostro - Tú, ¿recibiste una mordida?

-¿Una mordida? - contestó arrugado el entrecejo por la pregunta.

-Si, una mordida, un rasguño, ¿algo como eso?

-No, me dispararon. Sólo me dispararon, es todo.

El hombre levantó la mano acercandolo a su rostro, NamJoon volteo la cara sin quitarle los ojos de encima. No quería que lo tocará.

-Eh, tranquilo, solo dejame revisarte. - Tocó su frente.- No tiene fiebre - dijo volteando hacía el muchacho que no había soltado su bate desde que entró en la habitación. - A estas altura la fiebre lo habría matado.

-Notaron que no tengo fiebre. -Dijo el Moreno

-Si, no lo tienes - Respondió sacando un pequeño pero filosa daga de su bolsillo - Pero tomate tu tiempo y observa esto. -Acercó la navaja a su rostro. - Si intentas algo, te mataré con ella y no creas que no lo haré. - Lo volvió acercar pero está vez fue directo a las sogas, desatandolo.

- La comida está servida, baja cuando puedas. - Sin más que decir salió de la habitación y el muchacho tras de él.

Después de que salieron, NamJoon se quedó viendo al techo, no parecían malas personas pero no debía de confiarse, lo que había visto esa tarde le decía que tenía que estar alerta, vio como mato sin miedo a ese hombre sin flaquear ni por un segundo.

Intentó levantarse y salió de la habitación, la herida aún le dolía y sus piernas se sentían debiles pero su hambre era más fuerte; al bajar vio al chico acomodando la mesa, NamJoon no le había prestado atención a la casa hasta ese momento.

-Esta casa le pertenece a los Choi - Dijo tomando asiento en la mesa.

-No lo se, estaba vacía cuando llegamos. - respondió, mientras apagaba la cocina.

EL INICIO DEL FIN [KNJ+KSJ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora