C A P I T U L O 72

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Jimin siempre fue una persona observadora, no se confiaba de la gente con facilidad porque desde muy joven noto que las personas eran hipócritas y más cuando querían sacar beneficios del que más tenía que ofrecer.

Su madre siempre se lo dijo y se lo repitió, "no seas ingenuo y siempre analiza lo que te rodea, los que te rodean y si puedes sacarle provecho entonces hazlo pero si solo te estorban entonces eliminalo."

Pará Jimin podría ser demasiado fácil librarse de ir a los entrenamientos porque era estúpido, el dijo que hallaría la manera de tener un lugar mucho más alto que el que Kai tenía.

Empezó a averiguar que es lo que hizo para tener tantos beneficios sin hacer absolutamente nada, eso es lo que hacía, nada. Siempre estaba sentado comiendo o bebiendo algo, caminaba por los pasillos como si fuera dueño del lugar y tenía tiempo suficiente para molestarlo.

Fue un poco difícil saber lo que hizo para tener esos beneficios porque la mayoría en ese lugar todos desconfiaba de todos, una vez más agradeció al cielo por darle tanta belleza porque gracias a eso una vez más pudo enterarse de lo que nadie hablaba.

Y no lo iba a negar, se quedó un tanto sorprendido al saber lo que su compañero de colegio hizo y supo que él no llegaría a tanto sólo por librarse del entrenamiento... O eso creía.

Hace días había notado como una persona de la alta rama solía observarlo por la ventana del edificio, en especial cuando tenían pruebas de ejercicios físicos y a fuerza la mayoría se sacaba la parte superior del uniforme porque les estorbaba incluyendo él.

Al principio quiso creer que eran imaginaciones suyas pero al ver que los ojos de ese hombre siempre estaban en él, incluso cuando caminaba por el pasillo y casualmente se encontraba con el mismo hombre.

Había escuchado el rumor de que las personas de la clase A solían "proteger" a las personas a cambio de favores, en especial si la persona tenía pechos grandes y un trasero sobresaliente.

Jimin no era tonto, podía darse cuenta cuando alguien lo desnudaba con la mirada y ese hombre hacia exactamente eso.

Y desde que él y el grupo se habían mudado al edificio grande, en sus visitas al departamento de Namjoon veía muchas veces a Kai entrar y salir del mismo departamento en el que casualmente ese hombre vivía.

-Es aquí. - El soldado hizo una inclinación y después se fue por el mismo lugar que lo había escoltado.

Jimin dudo en tocar la puerta pero no sabía si era buena idea hacerlo, pero no tenía nada que perder así que solo tocó la puerta y escucho un "adelante" del otro lado.

Trago duro antes de girar la perilla y adentrarse al lugar. Era igual al departamento de Namjoon  solo que con más lujos.

El hombre frente a él le dio una sonrisa y le apuntó la silla para que tomará asiento, Jimin con una expresión serena y tranquilo, tomó asiento mirando atentamente cada movimiento de la persona delante de él.

-Ponte cómodo. - Su voz profunda se escucho al ver lo tenso que estaba el cuerpo ajeno.

-¿Me mandó a llamar? - se cruzó de piernas y actuó con normalidad aunque por dentro su corazón latía como loco por el miedo que sentía, pero su curiosidad era más grandes que sus deseos de salir de ese lugar.

El hombre le dio una sonrisa ladeada y Jimin se mantuvo con su misma expresión.

- Jimin verás, me han llegado tus reportes y veo que has tenido problemas para... Adaptarte al sistema de entrenamiento sin contar las faltas que tienes.

- Estuve lesionado. - Apunto su rostro. - Y aun estoy en rehabilitación, no creí que fuera tan grave un par de faltas para que un teniente me mandara a llamar. - Dijo, luego de ver la insignia de su uniforme colgado alrededor del asiento frente a él. - Y se sumará una más si es que no me apuro en llegar.

EL INICIO DEL FIN [KNJ+KSJ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora