Me debo haber puesto púrpura. Ella se quedó mirándome. No sabía qué hacer , si besarla de nuevo o salir corriendo.
-Tenes batería- afirmé.
Todo eso se mezclaba en mi cabeza: el festival, Eliana, el beso... Tenía sabor a chicle de menta. No, más fuerte, a mentol.
-¿Y eso que tiene que ver?-¿El mentol ?
-¿Que mentol?
-Nada, la batería -dije y tomé aire-. Quiero decir que hay un festival y anoté al grupo para tocar y vos tenes una batería encerrada en el armario así que vamos hablamos con tu vieja le pedimos que te la deje usar y tocamos y listo asunto arreglado.
Lo dije todo así, sin ningún coma.
-Me besastes-dijo ella
Aquello parecía un diálogo de locos.
-Si, vos también.
-¡No, vos me besastes a mi!
-Bueno, yo empecé, pero no salistes corriendo ni me distes un cachetaso, así que eso quiere decir que vos también.
Me miraba confundida
-¿Y como vamos a convencerla?
-¿A quien?
-A mi madre.
-¿De que?-yo estaba más confundido que ella.
-De la batería.
-Ah, la batería -contesté -. Ni idea, pero ya se me va a ocurrir algo.
-Me gustó - dijo ella y comenzó a caminar.
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Pequeña ala de Roy Berocay
أدب المراهقين"Hay historias superimportantes. Bueno, la mia n es una de esas. Es apenas una historia chiquitita acerca de cómo, en un mismo tiempo, logre comprender alguna de las cosas mas importantes de mi vida."