2.Un nuevo comienzo ¿para quien?

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Faltaban 30 minutos para la media noche y el vuelo salía mañana por la tarde, aunque le tenía pavor a los aviones era la manera más rápida de llegar a Monterrey.

Omar seguía molesto, pero venía ala casa a ver a su mejor amiga Julieta mi hermana, pero yo prefería no bajar cuando el se encontraba aquí.

Al despertar eran las 9:00am tenía el día libre, y en la tarde volabamos a Monterrey, decidí ir al cementerio donde se encontraban ellos. Antes de llegar a aquel lugar pase a una florería.

—Buenos días, en qué te puedo ayudar?—dijo la encargada de la florería con una amplia sonrisa.

—Buen día me gustaría unas flores son para una niña, bueno ya tiene 13 años.

De repente una notificación se iso presente en la pantalla de mi teléfono, dejando el fondo de pantalla. La señora logro verlo ya que mi teléfono estaba sobre el mostrador.

—Bueno por la sonrisa que tiene ella da tranquilidad, así que te podría recomendar gerberas azules,  transmiten la tranquilidad,paz y un sentimiento de relajación.

—Si esas están bien.

—Un ramo de 12?

—Si, por favor.

El fondo de bloqueo que llevaba mi teléfono era una foto donde yo salía con ella, su sonrisa que me transmitía paz de alguna forma ella era mi compañera y mi amiga, además de ser mi primita.

La señora llegó con el ramo de flores en mano, muy bonito, yo sabía que ella transmitía tranquilidad y ahora estaba en un lugar tranquilo y con paz.

—Aqui están.

—Gracias.

Pague, cogí el ramo de flores y las apresie por algunos minutos, esbose una pequeña sonrisa.

—Ella está contigo desde sea que esté, ella no te a dejado sola, permanese a tu lado pero ella espera la oportunidad de que su recuerdo y ella puedan descansar.

Le di una pequeña sonrisa ala señora y me dedique a salir de la tienda una hora más tarde me encontraba enfrente de las criptas.

"si muero joven, a mi dejenme en una cripta hasta que yo ya no les duela y en ves de llorar por mi recuerdo, sonrían por el."

—No entiendo la razón por la que me dejaron, no me siento feliz me siento rara y sin ánimos de seguir.— mire las criptas y sus nombres— El siguiente paso que voy a dar es por ustedes, los quiero mis grandes Amores.

Al llegar ala hacienda, llegue ala mini capilla donde estaba la foto de alondra y mis abuelos, junto alas cenizas de los tres.

—Alondrita te traje esto, cada día me siento mss culpable por qué no pudiste seguí con tu vida—mire las flores con los ojos llenos de lágrimas.- mira son para ti, la señora que me atendió me dijo que representan la tranquilidad,la paz y un sentimiento de relajación.—volvi a mirar el cuadro— Pronto regresaré, bueno me tengo que ir se me hace tarde para mí vuelo, te quiero.

Salí de la capilla, para dirigirme a mi habitación por mi maleta y de ahí con Óscar dirigirme al aeropuerto.

***

La hermosa ciudad de Monterrey recibía a los dos doctores, fue un vuelo difícil para Alexandra pero llegó con bien, aunque la taquicardia muy alta.

—Segura que no quieres que te lleve al hospital?

—No, Oscar estoy bien, mejor vamos al hotel para descansar y mañana poder firmar los documentos.

—Esta bien.

Los doctores llegaron al hotel, llendose cada uno ala habítacion que les correspondía, Alexandra apresiaba la hermosa ciudad de Monterrey.

Una hora más tarde se quedó completamente dormida, mañana tal vez seria un gran día.


Al despertar pudo apreciar el amanecer en la hermosa ciudad de Monterrey, una hora más tarde ya estaban llegando a San Pedro Garza García.

—Estas lista para este gran paso.

—Lo estoy—dijo afirmando.

—Te quiero y gracias por ser mi mejor amiga, Alexandra Astudillo.

—Te quiero Alberto.

Ambos se sonrieron mutuamente, al llegar al hospital ya estaba el Dr. Solorzano esperándolos.

—Buenos días, adelante por favor.

—Buenos días.—saludamos al unisono

Los Doctores los siguieron hasta su consultorio, que también era la oficina.

—Tomen asiento—indico.

Los dos asintieron obedeciendo la orden del Dr. Solorzano.

—Bueno solo falta que sean firmados estos papeles y todo quedará listo, este hospital será de la familia Astudillo.

La chica estaba segura de que sus latidos aumentaron hasta más de 150, comenzó a sudar frío, Alexandra se sentía aturdida.

—¡Doctora Astudillo!—el ligero alzamiento de voz, la iso volver un poco ala realidad.—Aqui están las hojas para que las lea.

—Si gracias.

Ella comenzó a leerlas cómo pudo y tomarles fotos, por si algún día se necesitaba.

—Bien entonces les parece el contrato?

—Por mi parte está demasiado bien Dr.

—Por mi parte también.

—Bien doctora Astudillo firme.

Alexandra firmo, el hospital era de la propiedad Astudillo, al fin. Aquel sueño el cual era sus sus primos,hermanos y abuelos, ella lo logro.

El doctor estrecho la mano con la doctora ella la acepto.

—Fue un gusto hacer tratos con usted doctora Astudillo.

El doctor salió, después Oscar y Alexandra quienes se dirigieron a un café para celebrar que el hospital era de su propiedad.

—Que te paso cuando el doctor te hablo?

—Me sentí mal de repente nosé como explicarlo.

—Eres tan terca, un día te vas a hacer unos estudios,no quiero que te me vallas a morir.

—Hay por favor Oscar.

—Alexa yo solo quiero que veas esto como un nuevo comienzo.

La chica dio un suspiro, un ¿nuevo comienzo? ¿Para quien? ¿Para ella?
Será que ella al fin podría dejar descansar su recuerdo y su dolor.

HOW TO SAVE A LIFE || Sebastián Cordova||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora