3. Un pequeño acidente, una pequeña concidencia

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El día parecía ser soleado en la hermosa ciudad de Monterrey, Sebastián recién llegaba a su entrenamiento.

-Que onda Sebas -lo saludo Gignac.

-¡Que onda Gignac!

-¿Por que tan pensativo?

-Pues esque el otro día hablé con Diego y se ve mal, Yo se que el ama infinitamente a Monserrat, pero el se está aferrando al recuerdo y cree que si el la supera cree que la olvidará para siempre.

-No a intentado ir con un psicólogo.

El joven de pecas soltó un suspiro.

-Por lo que se no, Diego se está aferrando tanto a qué el está bien y no necesita la ayuda de nadie.

-Entonces el se aferra a ese recuerdo, a qué si el la súpera, la olvidará.

-Exacto.

-La verdad nosé como ayudarte, jamás tenido un problema así.

El joven de pecas soltó un suspiro para seguir entrenando, mientras su amigo el francés intentaba pensar como ayudarlo.

Sebastián aún sufría por la muerte de Monserrat quien marco su vida, siendo una amiga muy especial para el.

Al terminar el entrenamiento, el joven de pecas se dedico a ir a su coche para de ir dirigirse a su casa, pensando tal vez en la tarde salir a comprar o a dar una vuelta por el centro comercial.

Mientras que por parte de la doctora, ella se encontraba buscando una casa.

-Bueno la tercera me gusta es grande, suficiente espacio para cuando Julieta venga a vernos.

-Si está bonita, aparte está cercas del hospital, una zona que aparentemente es segura.

-Bien entonces esa será la elegida, oye cambiando de tema, no has hablado con Omar?

-la verdad no, y mejor me siento más cómoda así.

-¿Por que sigues con el?

-Por que lo amo.

La chica se mentía, ella sabía que ya no lo amaba ni un poquito, solo quedaba el afecto al recuerdo.

-Hasta tu sabes que eso es mentira.

-Alrato voy a ir a ver algunos muebles al centro comercial.

-Esta bien yo estaré en el hospital, oye no le as hablado a Víctor? Acuérdate que dijo que le habisaramos si ocupabamos algo aquí en Monterrey.

-No, la verdad no lo quiero molestar.

-Hay tu cuando vas a entender que no molestas a nadie.

Alexandra le dedico una mirada y el le dedico una sonrisa, sin duda eran mejores amigos, al llegar al hotel, Alexandra se quedó dormida un rato mientras Oscar se fue al hospital.

La joven se dirigió al centro comercial, con la misión de ver algunos muebles para su nuevo hogar.

No todos le convencían, algunos ni siquiera le gustaban, había gran variedad pero era difícil escoger.

Si bien ya tenían la casa faltaban los muebles, aunque desde que ellos ya no estaban, ella nunca más pudo llamar algún lugar como su hogar.

-Buen día señorita, sería pago de contado o meses sin intereses?

-Contado por favor -Alexandra pago y el muchacho le dios su ticket

-Listo ya quedó los muebles llegan de 2 a 3 días.

-Si está bien gracias, oye no sabes de alguna cafetería muy buena, recién me mudé a esta ciudad y no conozco nada.

-Pues en este centro comercial, hay una..-el joven le dio instrucciones a Alexandra de como llegar.

-Muchas gracias.

La chica salió de la tienda con algunas bolsas en mano ya que compro algunas decoraciónes.

Mientras caminaba un poco distraída viendo las múltiples tiendas que había en el centro comercial, De repente choco con un chico, todo el café del chico callo sobre la chica.

-Hay una disculpa ten!-rapidamente le entrego algo para limpiarse -una disculpa venía distraído.

-No te preocupes yo también no venía poniendo atención.

-Hay dios, que vergüenza y tú blusa es blanca.

-No importa la puedo limpiar, está bien.

-Si quieres te compro otra no lo se, es lo mínimo que puedo hacer por ti.

-No así está bien, tranquilo.

-Una disculpa pero al menos puedo saber tu nombre?

-Soy Alexandra Astudillo.

-Soy Sebastián Cordova.

Sebastián estaba viendo con detalle ama chica su nariz perfilada, sus ojos azules y su cabello negro.

Mientras Alexandra observaba las pecas del joven, sus ojos, antes los ojos de ella era atractivo pero hasta ahí.

-Eh fue un gusto conocerte Sebastián.

-Lo mismo digo nos vemos luego.

-Bye.

La chica se alejo, decidió irse al hotel al llegar Oscar estaba también recién llegando.

-Hola..-no termino la frase por qué una carcajada salió de el.

-¡No te burles Alberto!

-¿Que te paso?

-Pues un chico llamado Sebastián Cordova me tiro un café encima.

-¡¡Sebastián Cordova!!

-Si, ¿Lo conoces?

-Es jugador de fútbol, juega para los tigres.

-Ahh si pues el me tiro un café encima.

-Por que no me pasan esas cosas a mi.

-Tu vida es tan miserable.

-Lo es.

Ambos soltaron una risita.

Una semana después ya estaba instalados en su nueva casa, mientras que por parte de Sebastian, por alguna razón quería volver a ver a esa chica se ojos azules.

Ahora el joven de pecas y la doctora se conocían, esperando formar una amistad.

HOW TO SAVE A LIFE || Sebastián Cordova||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora