Capítulo 13

214 18 0
                                    

Daniela

Ya a pasado una semana desde lo sucedido en mi oficina y gracias a dios, no he vuelto a ver a Guillermo De Luca.

Afortunadamente su hermana Ariarys se estaba haciendo cargo de todo lo referente con la fiesta y para mi suerte trabajar con ella había resultado ser una delicia. Ella era espontánea y muy creativa, su talento me vendría de lujo para mi empresa.

También era una chica extrovertida, alegre y bastante liberar para no decir que bastante coqueta. Juntas habíamos adelantado muchas cosas de la fiesta como el local, la comida, la bebida y solo faltan algunos detalles básicos que tendríamos listos en la siguiente semana.

Cuando Ariarys se enteró de que aparte de la fiesta de cumpleaños también estaba organizando una boda, esta no dudó en preguntarme si podía ayudar con algo. Al lo que por supuesto le dije que si de inmediato y sin pensarlo dos veces.

Con respecto a mis hijos, ellos no han mencionado nada sobre el hombre que me besó. Solamente Ethan sabía lo que había pasado y mi hijo es lo suficientemente discreto para su corta edad.

Ahora, sobre mis sospechas sobre ese hombre por mi mente no paraba de rondar la idea de que tal vez él podía ser el padre de mis hijos. Aún así, como llegar y preguntarle a Guillermo De Luca si el era él hombre de esa vez. Aunque ahora que lo pienso las palabras que me dijo hace unos días no salen de mi cabeza, él dijo textualmente.

“Ni creas que vas a escapar de mi, me debes una explicación”

¿Será que si es él? ¿Qué se supone que haga si resulta ser verdad? No creo que a un hombre como él le haga mucha gracia saber que tiene dos hijos de seis años y que para colmo dejó su semilla en mi estando ambos borrachos.

Sinceramente no sé como no puedo recordar su rostro, yo debí de ver su cara antes de salir corriendo como una loca para no ser descubierta. No obstante él si parece acordarse de mí y al parecer de los dos la más borracha era yo.

Creo que mi único alivio por el momento es saber que hasta ahora él no ha sospechado que mis hijos podrían ser suyos, ni su hermana tampoco. Aparte de eso también había decidido no traer más a los niños conmigo para evitar encuentros y por eso se quedaban con Jina, no hay que ser muy inteligente para saber que dos más dos es cuatro. Ya que el parecido de mis hijos con él era alucinante, sobre todo por el color del pelo y los ojos.

De nada sirve que me negase los primeros días a aceptar mi futura realidad, mejor ahora que después.

— Sin duda esta boda es todo un éxito, uno más para Fashion Queen – me dice Ariarys a mi lado.

— No sabes todo lo que tuve que hacer para que quedara así, la novia era de un tanto peculiar.

— ¿Cómo así? Explícame porque yo solo ayudé al final, así que no entiendo.

— Bueno, básicamente a la novia lo único que le faltó fue querer ponerse un guacamayo en la cabeza – habló Maylan a mi lado.

— Es cierto, esa mujer me cambió la decoración como tres veces hasta que le sugerí que la hiciera en la playa estilo tropical. Así podía poner todos los colores que ella quisiera en su boda.

— ¡Dios Santísimo! No me imagino los dolores de cabeza que habrás tenido por cuenta de eso.

— Si hubieran sido solo dolores de cabeza, entonces estaría bien.

Luego de reír las tres por un rato y de que Maylan se encargara de revisar que todo estuviera perfecto mientras yo hacía lo mismo. La ceremonia comenzó y la verdad la pareja se veía muy enamorada, ojalá y este si sea el indicado para ella. No soportaría tener que organizarle otra boda a esa mujer.

                            …

Llego a casa bastante tarde para mi gusto el día de hoy y veo que mi hermana se estaba terminando de arreglar para salir.

Lo que me dice que solamente estaba esperando a que yo llegara para irse.

— ¿Cómo salió todo en la boda? – me pregunta mientras se pone labial en su boca.

— Todo quedó estupendo, yo pensé venir más temprano y los novios insistieron en que me quedara con ellos un rato. La verdad quería negarme, pero me daba pena hacerlo ¿Dónde están mis hijos?

— Tus hijos están durmiendo, ya cenaron y se bañaron. Algo que tú también deberías de hacer para que puedas descansar.

— ¿Vuelves tarde? – le pregunto.

— Aún no se si vuelva, esta noche promete ser grande al parecer.

Niego con la cabeza porque sabrá que locuras se le ocurrirán a mi hermana. Tal vez debería decirle algo o tal vez debería prohibirle las salidas. Sin embargo hacer eso sería un caso perdido y hasta el momento me ha demostrado que puede ser una persona responsable. Así que lo mejor será que yo vaya a darme un baño y después a dormir.

Ya una vez estoy limpia y más relajada, voy al cuarto de mis niños para darles su beso de las buenas noches. Ambos están profundos y no puedo evitar derretirme de amor por ellos, yo sería capaz de dar hasta lo que no tengo para que sean felices.

                             …

No se que hora será, pero me despierto al sentir la puerta abrirse, por lo que me levanto y me pongo mi bata para ver que pasa. Al llegar a la sala veo una silueta en dirección a la cocina, e inmediatamente prendo la luz y al hacerlo veo que es mi hermana. Suspiro profundo para calmar mis nervios y miro el reloj para darme cuenta de que apenas son las 12:00 de la noche. Algo que me sorprende bastante porque pensé que no llegaría tal como dijo.

— ¿No me habías dicho que esta noche no vendrías? – digo entrando en la cocina a por un baso de agua.

— Y no tenía pensado venir, pero un niñato rico hijo de papi me quiso poner como plato de segunda mesa y lo puse en su lugar. Ya después de eso no tenía deseos de seguir en el antro y mejor regresé a casa – me dijo mientras comía helado.

— Pues me parece que hiciste lo correcto, creo que dormir en tu cama te hará bajar el coraje que llevas.

— ¿Coraje? Ja, si fuera coraje lo que sintiera no estaría así. En este momento solamente tengo deseos de arrancarle la cabeza a ese tipejo y pasarla por la licuadora. Menos mal que jamás me lo volveré a encontrar, de lo contrario no se de qué sería capaz.

— Nunca digas de esa agua no beberé. La vida nos da sorpresas y siempre cuando uno menos se lo espera, te lo digo yo por experiencia.

— Bueno, lo mejor será que cambiemos de tema ¿Sabes a quién me encontré en el antro?

— Por favor dime que a un unicornio rosa.

— Si claro lo encontré, no te jode. Estoy hablando en serio, me encontré con Nils y debo decirte que está muy cambiado. Dijo que quería hablar contigo si tú querías, me advirtió que no era para buscar problemas.

— No sé que tengamos que hablar él y yo, ya han pasado siete años desde lo sucedido.

— Yo creo que si deberían de hablar y toma – me extiende una tarjeta – Ese es su número y sus datos, yo mejor me voy a dormir.

Miro el trozo de cartón en mis manos y no puedo evitar sentir curiosidad por lo que sea que me tenga que decir. Tal vez debería de llamarlo y cuadrar una cita, yo ya no soy la misma mujer que terminó con el hace siete años. Yo he cambiado, he madurado y sobre todo el que mis hijos hayan llegado en un momento inesperado en mi vida me hizo comprender muchísimas cosas.
Así que tal vez no estaría de más escucharlo, ya mañana pensaría mejor que hacer. Ahora solo quiero volver a entregarme en los brazos de Morfeo para recuperar mi sueño.

El padre de mis Hijos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora