CAPÍTULO II

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♦️Conseguir lo que quieres es tan difícil como no conseguir lo que quieres. Porque entonces tienes que averiguar qué hacer con ello, en lugar de averiguar qué hacer sin ello.
___David Levithan♦️

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   No dije nada más. No sabía que decir, como actuar, ni siquiera que pensar, era como si dejara de funcionar después de escuchar eso. Es claro que tenemos un resentimiento muy fuerte por ellos, pero de allí a vengarnos existe un trecho muy largo y es algo que no me apetece llevar a cabo por más que les odié como lo hago.

—Vengarte de ellos —Replique con cierto temor en mi voz

—Se que no me entiendes ni yo a ti, lo sé. Pero... ven, siéntate  —Me señaló la cama para que me sentará a su lado. —... s-se que es difícil de digerir, hermana. Solo quiero que vean que... bu-bueno lo mucho que nos jodieron.

—Entiendo y...–suspiré derrotada– ¿quieres joderlos de la misma forma?, — el solo asintió con la cabeza, me miró de reojo y dedico una sonrisa triste.

—Quizá es mucho lo que te pido, sé que dejar a los abuelos no es fácil, también están tus amigos y tu último curso en...

—Hagamos lo.  —Le interrumpí antes de que hiciera corto circuito y se desplomara.

—...¿en serio? —Me miró desconfiado.

   Me limite a encogerme de hombros —Si, que tenemos que perder. Ya la abuela te dio el departamento y... supongo que puedo terminar mis estudios allá.

   Sé que suena contradictorio, que antes no quería irme pero tampoco le daré mis verdaderos motivos. Después de todo tenía planeado irme y alejarme de todos, solo que claro, no se lo diría.

   Sin embargo, sé que irnos a California, buscar a nuestros padres y hacerle pagar por lo que nos hicieron (o más bien por lo que no hicieron), no será nada sencillo, pero quiero cambiar de aires y que mejor lugar que nuestra tierra natal. ¡Que se note el sarcasmo, por favor!

—No preguntaré por que le cambio repentino de opinión  —Dice parándose de la cama— Pero me alegra al menos, no tener que llevarte a rastras.

   Me sonrío de lado y se encaminó a la salida. No dije nada, no tenía que, solo lo vi retirarse y cerrar a su espalda.

   Él.. según mi abuela es la viva imagen de nuestra madre, solo claro que, con los ojos de nuestro padre. Mientras mamá los tiene oscuros (como los mios) él los tiene entre una mezcla de verde a amarillos, son súper lindo, ya quisiera yo tenerlos así.

   Obviamente que ninguno de los dos nos parecemos en nada, lo único que nos hace juego es que ambos somos morenos, de ahí para allá, somos total e inigualablemente diferentes.

   Eliam... es corpulento, una cabeza por encima de la mía, con los labios carnosos en forma de corazón. Una sonrisa petulante que a cualquier chica derrite, el cabello negro azabache con rulos. De lejos, el prototipo perfecto para cualquier chica, donde llega todas babean por él. Con su carismático perfil conquista a la que quiera; todo un promiscuo con tan solo 18 años.

   Y luego estoy yo... ni muy flaca, ni muy gorda. Con mi mata de pelo encrespado (obvio lo mantengo liso) negro azabache (también). La verdad es que no me puedo quejar, tengo un cuerpo generoso para tener solo 15 años. ¡Ah! Y no tengo parentesco alguno, la abuela dice que no me parezco ni a mamá y mucho menos a papá, que tengo cierto parecido al abuelo. Y me alegro, el Abuelo Oli es todo un guapetón para sus no se tantos años.

   Salgo de mis pensamientos cuando siento unas patitas sobre mi cuerpo, levanto la mirada y veo a Pushkin (mi perro) subirse a mi abdomen.

   Pushkin... es un boyero que me obsequio el abuelo para mi cumpleaños, no tiene más de cuatro meses conmigo y es como si tuviera toda la vida. Le acaricio la melena azabache mientras él juega con el cordón de mi sudadera.

◇Dangerous Rhombus◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora