CAPÍTULO XXV

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♦️"Cuántas muertes más serán necesarías para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas."
___Bob Dylan♦️

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Sacramento/California

Esteffania.

[Días después]

  Digamos que no he tenido un despertar de lo más agradable, mi mente estuvo repleta de pesadillas la noche anterior, dejando mil sensaciones en mi estómago y pesadez en el cuerpo. Me levanto de la cama y me dirijo al cuarto de baño a asearme.

   Hecho eso, salí del cuarto a la cocina. Serví un poco de agua mientras divagaba en mis pensamientos. Camine hasta el ventanal del departamento.

   Con la mirada pérdida entre la desolada calle, tome mi agua. Era temprano, demasiado temprano para que en su mayoría las personas estuvieran transcurriendo por las calles.

   Froto inquieta mis ojos. Tras pasar unos minutos, fui a la mesa del comedor.

¡Feliz cumpleaños a mí!

   Me felicité, sentada frente a la mesa. En el centro yacía una pequeña tarta con una velita para celebrar mi cumpleaños número diecinueve. Suspiré, probablemente me veía patética y tonta, pero Eliam no estaba en casa y este era mi primer cumpleaños en completa soledad. El año anterior, él estaba aquí, justo en este mismo espacio a mi lado.

Tome una bocanada de aire y apague la vela.

   No me inmute en siquiera intentar tomar una rebanada de tarta, no me apetecía. Golpes descontrolados contra la puerta del departamento hicieron que diera un respingo en mi lugar de sorpresa. Mire el reloj en mi celular, ignorando la serie de mensajes de Leonard, Clara, Joshua e Jóhann; pero ninguno de mi hermano, ya estaba pasada las dos de la madrugada, los golpes continuaron obligándome a ponerme de pie.

— ¡Esteffania! –Esa voz... la reconocería en todo momento. Me apresure hacia la puerta– ¡Esteffania! –Intente abrir lo más rápido posible, resbalándose las llaves en el proceso, para cuando abrí la puerta, ahí estaba Eliam, su apariencia me dejo sin palabras por un segundo.

   Estaba hecho un desastre, su cabello usualmente rizado, tenía nudos. Sus ojos, esos ojos que una vez contemple con admiración estaban rojos e hinchados como si hubiera llorado por horas. Detalle su perfil, un moretón prominente adornaba en una invasión desagradable su mejilla derecha. Ni hablar de su vestimenta, era un completo caos, llevaba su camiseta gris manchada con un líquido oscuro. Espera ¿Eso es sangre? Mis ojos bajaron a sus pies, ¡No tenía zapatos!

—Pero... ¿Qué Diablos, Eliam? –Exclame– ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? –No obtuve respuesta. Mi hermano pasó por mi lado sin emitir ni una sola palabra. Luego regreso sobre sus pies, empujándome para cerrar la puerta con seguro. Todo su cuerpo temblaba. — ¿Eliam?

— Ellos vienen –Susurro tan bajito que casi no logro a escuchar.

— ¿Ellos? ¿De quiénes estás hablando? —Intente buscar su mirada pero me evadía.

—Ellos vienen por nosotros, tenemos que irnos, Esteffania tenemos que escondernos. —Su voz se rompió ligeramente, estaba aterrado. Por tanto, luche por no alterarme, manteniendo la calma.

◇Dangerous Rhombus◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora