◇Dangerous Rhombus◇

CAPITULO VI

♦️“Yo creo que nada sucede por casualidad ¿Sabes qué? En el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos”
___Carlos Ruiz Zafón♦️

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   Tras pasar los próximos días en casa, sin mucho que hacer, se acercaba la hora de irnos. Las chicas habían venido a despedirse prometiendo estar en contacto constantemente para ponerme al día de las novedades, las muy cotillas.

   Los abuelos ya le habían dado las llaves del departamento a Eliam y a mí la abuela secretamente me había dado una comisión monetaria bastante considerada. Al principio me reúse a recibirlo, pero tras pelear para que lo hiciera termine sediento.

   Con Dixom no había vuelto a hablar desde el incidente con el Islandés, él había intentado comunicarse para disculparse y darme una explicación pero me negué a ello. No quería excusas y tampoco pensar en nada respecto a ello.

   Por otro lado, el guapo Islandés me escribía a menudo desde que abandoné su despacho; aún no sabe qué fue lo que le dije en ruso. Lo ha querido averiguar pero acá en Arizona no se encuentran muchos que sepan de idioma y el ruso en particular es bastante complicado de aprender.

   Dice que se impacienta y que no entiende porque no quiero decírselo en cualquiera de los idiomas que el domina. Le he dicho que así se mantiene interesado

   Llegadas las 4pm ya teníamos todo listo para ir al aeropuerto y partir rumbo California. Nuestro vuelo salía entre 5 a 6pm, aun teníamos chance de llegar.

   El abuelo Oli nos llevó en su auto junto con la abuela. El trayecto fue un poco más neutral de lo que imaginaba, no hubo conversaciones de despedidas, ni anécdotas de todos en familia, nada. Sólo silencio. Mientras Eliam veía por la ventana yo observaba al abuelo con una ceja enarcada mientras esté veía constantemente por el espejo retrovisor.

—Pasa algo, Oli. —Pregunte al cabo de un rato

   El me dedico una breve mirada para concentrarse nuevamente en la carretera, tras suspirar habló.:

—Ese auto. –Miro atrás y yo le imite– El Hyundai oscuro. Nos está siguiendo desde que salimos de casa.

   Al voltear para detallar el auto, me percato que es el que habitualmente usan para transportar al islandés. Me limité a volver a voltear sin expresión alguna.

—Seguramente alguien también va al aeropuerto, Oli. No seas paranoico.
—Comento haciéndome la desinteresada.

—Es cierto You. Después de todo, esta es la vía más rápida de llegar.
—Secundo Eliam a mi lado.

   Dicho eso no volvimos a hondar en el tema y seguimos con el recorrido en el mismo silencio sepulcral que traíamos.

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   Cuando el abuelo aparcó el coche y pudimos bajar para bajar el equipaje, eche un leve vistazo a los alrededores en busca del Hyundai, tras barrer mi vista por el lugar lo encontré aparcado a unos cuantos metros de nuestro punto.

Saco mi móvil y testeé.

Yo:
¿Me echarás de menos, islandés?

   Sonreí con arrogancia en su dirección pues bien se, que es él quien está en el auto. Sin embargo me doy la vuelta para que mis abuelos o Eliam no se percaten de nada.

   Cuando me giro ya está perfectamente acomodo el equipaje. Emprendemos camino y nos adentramos al aeropuerto.

Islandés:
Tanto como tú a mí.