¿Y si por accidente le cuentas tus secretos íntimos a la estrella más famosa de Hollywood?
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Amanda consigue el puesto de sus sueños en la adaptación cinematográfica de su libro favorito, pero nada la hace feliz luego de perder al "amor de su vida...
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Ron K.
—¿Qué es exactamente un coach de intimidad?
—Oh —la noto aliviana, como si ella hubiera esperado otra pregunta—. Es una persona que se encarga de la seguridad de los actores en las escenas sexuales, esto se implementó hace no muchas décadas, de hecho hay testimonios de cómo no tener un coordinador les afectó psicológicamente a actores en otras épocas, por fortuna el cine ha cambiado para bien en la actualidad. Por eso estaba insistiendo en que dijeras si algo no te gusta, ese es mi trabajo.
—Elabora, por favor.
—Superviso la grabación —aclara—, soy intermediario entre los actores y demás personal, en este caso incluso estamos dispuestos a cambiar el guion si esto sobrepasa sus límites, también hay escenas que pueden ser hechas por extras, en general es sobre qué quieres mostrar, qué quieres hacer y cómo, yo intento que se haga desde la confianza y comodidad. No doy nada por sentado —saca una pluma—. Si quieres mencionar algo...
—No, estoy bien. Ya acepté este papel, por mi parte no tengo problema excepto de un par de cosas que enviaré mañana.
—Genial, ¿Eso significa que ya no odias el personaje? —pregunta esto con brillo en sus ojos.
—Es un idiota.
—Más respeto a mi marido literario, eh —frunce el ceño—. Que sea un libro erótico no lo hace un mal libro, lo que pasa es que tienes mal gusto.
Elevo ambas cejas, mis brazos se cruzan sobre mi pecho y pienso que seguimos bromeando, sin embargo, creo que si esa es su manera de "fingir" estar a la defensiva lo hace demasiado bien.
—Como digas, Amanda —pongo las manos en alto, rendido—. Tú eres la experta.
—Ay, por favor —Amanda rueda los ojos—. Te lo leíste en un día entero y son 350 páginas, ¿Crees que un libro malo te provoca eso?
—Vale, quizá me has pillado. Debo admitir que te engancha.
—Es que es una muy buena historia —insiste ella, quedó petrificado ante la pasión con la que lo defiende, quizá porque hasta ese instante no demostró ese nivel de emoción ni hablando su pasado—. Tiene su propia jerarquía de mafiosos, historias introductorias para cada personaje, drama, salseo, habla de signos, tiene pistas que se revelan recién en el libro 3 y un manojo de frases increíbles. Que no puedas ver eso solo porque la pareja principal de besa entonces es tu problema.
—No es lo mío.
—Adivino, lo tuyo es el guion repetitivo donde siempre hay un malo pero el bueno siempre gana —bebe un largo trago de su refresco—. Ahora estoy más alegre sobre la vez en que el sujeto morado te mató.
Tengo un pedazo de pizza aún en la boca cuando lo dice, me tapo con la mano para controlar mi risa y no atragantarme. No esperaba que supiera de eso, ni siquiera creí que fuera el tipo de chica que conoce esas películas.
