«Quédate con mis lentes
Solamente pa' que me recuerdes»Si tu supieras - Feid
AMANDA.
Me siento fuera de lugar en este mundo.
Recuerdo la noche de ayer, lastimosamente. Al levantarme mi padre me espera en el comedor con un desayuno cargado y jugo de banana, recuerdo el calor de la mano de Ron encima de la mía, al notar que no ha dicho nada asumo que no lo vio al dejarme aquí.
Tengo la maldita costumbre de que el teléfono sea lo primero que miro en el día, pese a que desactive las notificaciones de todo, por rutina miro lo que han subido mis amigas primero, mentiría si dijera que no envidio un poco sus vidas agitadas y emocionantes mientras que yo sería la misma aburrida de siempre si no fuera por la película.
A la vez, sé que yo no funciono para esa vida, las emociones intensas me atormentan fácil, se me da fatal salir de mi zona de confort y doy demasiado si alguien lo pide. Parece ser que estoy condenada a ser la segunda, la que no está en el reflector, aquella que tiene talento, no agallas y empieza su día con pensamientos destructivos.
¿Por qué tengo la sensación de haber conocido a la persona correcta en el momento donde yo no lo soy?
Debo arreglar eso, debo arreglar muchas cosas.
—Come —pide mi padre—, Amanda, ¿Sabes el daño que le hace a tu salud el alcohol? —reprocha.
—Voy a intentar dejarlo.
—¿Cuántos meses llevas diciendo eso, hija? Ya eres una adulta, no puedo controlar lo que haces, pero tu cuerpo te pasará factura en algún momento,
—Puedo controlarlo, ¿Alguna vez te he demostrado que soy incapaz de dejar?
Él no responde, solo arquea una ceja al verme fijo, la indirecta me llega afilada y clara. Me arrepiento de haber hecho público lo que pasó con Axel, el peor duelo es aquél que puede ser juzgado.
No culpo a mi padre, siempre hemos seguido la regla de ser sinceros con el otro, tanto yo con sus novias hasta él con las personas que le presentaba, ha sido jodido fracasar en cada una de mis conquistas, su forma de consolarme dice "te lo advertí". Tiene un sexto sentido para leer a las personas.
—Eso es tema pasado —me defiendo con el vaso entre los labios—, yo estoy enfocada en otra cosa, conociendo a otra gente.
—No te he cuestionado nada de eso, Amanda.
—Lo sé, igual lo aclaro —carraspeo—. Siendo sincera, mi relación anterior ya no ronda mi cabeza. —digo y por primera vez, es muy cierto.
—Me alegra, de todas formas, recuerda conducir despacio —comenta él al untar mermelada en su tostada—. La vida no es una carrera, a veces creemos que una película terminó nos topamos con que los nombres de quienes actuaron siguen en los créditos.
—Pa, háblame directo. Me acabo de levantar.
—Que pienses lo que haces, nadie es reemplazo de nadie, tienes que aprender el arte de ponerte en los zapatos del otro antes de tomar decisiones.
Cómo la mayoría de conversaciones con mi padre: solo le entendí la mitad, y no porque él no sea buen comunicador sino porque en la mañana nunca logro conectar los cables que se requieren para que llegue su mensaje.
Le envío un mensaje al barman diciendo que, si me ve entrar allí en días laborales, no soy yo, es mi doppelganger malvada y debe exterminarme o por ningún motivo del mundo darme un trago. Ese hombre debe odiarme.
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No apto para estrellas │YA EN FÍSICO
Teen Fiction¿Y si por accidente le cuentas tus secretos íntimos a la estrella más famosa de Hollywood? *⭐* Amanda consigue el puesto de sus sueños en la adaptación cinematográfica de su libro favorito, pero nada la hace feliz luego de perder al "amor de su vida...