22. Champagne

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«Long drive
Could end in burning flames or paradise»

Style - Taylor Swift 

RON

Estos días se sienten irreales, igual a las noches que pasas con tu prometida antes de la boda: La expectación e imaginación se carcomen el presente.

—¡¿Y qué le dijiste?! —grita Tom, boquiabierto y con el mayor ataque de hiperactividad que le he visto desde que nos conocimos—. Espera, espera, ¿De qué sabor era la pizza? —teclea en su pequeña laptop a una velocidad perturbadora.

—Catupiry.

—Gracias te amo —se burla—, vale, esto es perfecto Ronito. Estoy muy orgulloso de ti, eso que te creí un idiota —ríe, pero al notar mi expresión su semblante serio reaparece—. Un... Idiota enamorado, ejem, sí, eso; la gente enamorada no suele pensar.

—No entiendo a qué te refieres.

—El amor es un juego, Ron, en esta partida que está por llegar a su punto clave el cual sería la boda no quedan más que un par de casillas —él utiliza el monopoly de daiquiri tirado para explicar su metáfora, escoge la pieza del carro plateado—. digamos que en esta última vuelta se define quien gana o pierde, al decirle que te gusta, te implantas en su cabeza antes de llegar.

—¿Se supone que eso tiene sentido?

—Es como si estuvieras en una partida con muchas personas, la convences de venderte sus propiedades al simpatizar. Lo cual es bueno porque hay mucho que perder en esta instancia.

—Me perturbas, Tomarino, explícate mejor.

—¿Qué va a pasar luego de que arruinemos la boda? Ella no lo quiere recuperar, ¿o sí?

—No.

—Vale, pero nunca estamos seguros. Ahí es donde cambiamos de juego —deja caer al piso los juguetes—. esa confesión que no tenía sentido es un as bajo la manga, visualízalo "entran, hacen un caos, salen victoriosos, ella tiene su venganza, tú tienes a la chica y al mismo tiempo lo tienen todo: justicia, dinero, éxtasis, la victoria" es el momento donde mejor estén, tú ya tienes las pruebas de que querías estar con ella antes de estar en la cima. Ya luego hacen lo que quieran.

—Es lo más seguro, ¿Qué se hace luego de una boda?

Él me observa con chispas en los ojos, por completo encantado e incluso más feliz que yo.

—La luna de miel.

Llevamos toda la mañana y una buena porción de la tarde ultimando los detalles entre descansos. Transcribió lo que Amanda propuso antes, no dejamos que nadie nos oiga ni mire, estamos escondidos en un pequeño balcón de la habitación de Jim al cual le pagamos para que guardara el secreto como auténticos criminales planeando su próximo golpe.

Un balde lleno hasta el tope con hielo oculta un par de botellas de champagne, a través de internet reviso los horarios, el tráfico y las mejores calles por las cuales un auto a toda velocidad podría escapar. Hemos contratado ya a los actores, él ha terminado el guion para ellos y un PDF con posibles preguntas, los disfraces, el servicio, los medios, la utilería y demás cosas que necesitemos están siendo cubiertos.

En una hoja aparte anoto tonterías, como el clima de ese día a la hora exacta, cuando mide el terreno, que no tiene cámaras, la reservación en New Jersey la hizo un amigo de confianza de mi barman solo por cuidar nuestros nombres, el dinero de ese momento será en efectivo. No queda rastro de las transacciones porque por fortuna tengo cuentas que no parecen pertenecerme por razones —evasión fiscal— desconocidas.

No apto para estrellas │YA EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora