No apto para estrellas │YA EN FÍSICO

06. Vino tinto

«If you fail to plan, you plan to fail
Strategy sets the scene for the tale
I'm the wind in our free-flowing sails
And the liquor in our cocktails»

Mastermind - Taylor Swift

Ron.

Mis noches son bastante distintas a lo que el público cree.

Estaba por dormirme en el departamento de Tom, siempre voy a visitarlo cuando estamos juntos y en mi mente aún no se procesa que gracias a la película ahora estamos obligado a pasar tiempo juntos. Vengo, compro la cena y me quedo jugando con Daiquiri, hay algo en su vínculo padre e hija que ablanda mi corazón hacia ambos, es probable que sea porque me hubiera encantado tener eso en mi niñez.

Casi me hace olvidar que Tom es un maldito, por fortuna  él me lo recuerda día a día.

—¿Irás a la fiesta de hoy? —indaga en mitad de la cena—. Es a media noche, en este mismo edificio.

—¿De qué fiesta hablas?

—No te invitaron —eleva ambas cejas—. Por lo que veo, es que la gente te tiene miedo, eres raro, no hablas con nadie, no eres amigo de nadie, ignoras los eventos sociales y luego vas a una cita con la hija de nuestro director.

—Que fue una cena —me quejo, fastidiado de que sepa mi vida privada que yo mismo le conté—. No lo sé, tengo una corazonada positiva sobre esa chica y me dio la impresión de que necesita distraerse, creo que debe ser jodido vivir lo que ella a inicios de sus veintes.

—Nadie muere de amor —comenta Tom en un farfullo, cortante y serio—. Creo que la manera en la que ese sujeto llevó las cosas fue cruel, Amanda tiene derecho a estar triste, pasar por la montaña rusa de emociones que eso involucra, sin embargo, es solo otra decepción amorosa, no es el fin del mundo.

—Eres insensible.

—Soy realista —recalca—. Se supone que es artista, que cree algo en base a lo qué pasó y lo supere. Me parece que siendo una persona con dinero, oportunidades y belleza quedarse llorando sobre un idiota es una pérdida de tiempo —bebe un sorbo de su café—, bueno ¿Quiénes somos para juzgar?

—¿Tú has hecho algún escrito basado en alguien que conozcas?

Él suelta una sonora carcajada que amenaza con despertar a Daiquiri quien descansa en el sofá junto a sus peluches.

—Es la pregunta que más me hacen en las entrevistas. 

—¿Y? —cuestiono—. ¿Si o no?

—Por favor, qué egocentrismo para pensar que yo, con mis increíbles personajes me voy a inspirar de gente estúpida —ríe Tom—. Ni con los villanos, las personas reales son planas, Ron, aunque he de admitir que a veces miento que sí lo hago, porque eso genera repercusión. Las cosas que sepas de mí por redes son marketing.

—¿Ni una sola situación similar?

—Jamás, ya quisiera yo que mi vida se pareciera a mis libros —niega con la cabeza—. Dios los oiga, tú, cuando actúas romance, ¿Piensas en alguien en particular al hacer las escenas? —contraataca con otra pregunta.

—Nunca he actuado en nada que no sean superhéroes o películas sobre historia, así que no. Tampoco tengo a nadie en quien inspirarme, de hecho, dudo que se me diera bien.

—O sea que el personaje principal del libro de amor, no sabe de amor, increíble —hace una mueca—. Estamos jodidos.

—Aprenderé.

—Eso espero —se nota que no lo dice con seriedad, aun así me molesta que no me tengan fe—. Ve a la fiesta, observa cómo se comporta el resto de personas, lee y mira más comedias románticas, no debe ser complicado. A la gente le gustas, ahora solo debes pretender que la gente te gusta también.