Capítulo 9

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Narra: Natalia

- Papá - ambos estamos en el césped viendo el atardecer.

- ¿Si cielo?

- ¿Podré yo conseguir un príncipe y vivir felices para siempre como en los cuentos? - él me mira antes de dejar un beso en mi frente.

- Cielo, tu eres hermosa no necesitas de ningún príncipe, no siempre todo lo que leemos es real debemos separar la ficción de la realidad. Puede ser que más adelante encuentre ese hombre que te amé y no necesariamente debe ser un príncipe, cuando llegue el momento indicado y cuando menos lo pienses te enamoras y tendrás tu propio final feliz escrito por ti.

- Te amo papá.

- Y yo te amo a ti cielo.

Con una sonrisa abro lo ojos estirándome en la cama, el sueño se sintió tan real.

Pero en algo mi papá tuvo razón y es que el momento indicado está llegando y me enamoré y tendré mi propio final feliz.

Después de ducharme, vestirme y arreglar la habitación bajo las escaleras hasta la cocina.

- Buenos días nana - ella se sobresalta girándose sobre sus pies.

- Oh mi niña, buenos días para ti también ¿Quieres desayunar? - pregunta sacando unos huevos para revolotear.

- Si, por favor - me siento en la encimera y tomo una manzana verde para iniciar.

- En unos minutos te lo tengo listo.

- Daré una vuelta mientras – asiente.

Camino hacia la sala para poder salir hacia el jardín, la vigilancia de la casa ha aumentado muchísimo desde que Gero mato a ese hombre importante, los enemigos han aumentado...

- Señorita bonita - ahora la que se sobresalta soy yo cuando llega de sorpresa abrazándome por la cintura.

- Me asuste Gero - lo golpeó suavemente.

- ¿Me perdonas? - sonríe, tiene una hermosa sonrisa – Gracias.

Me sonrojo violentamente.

- Si, lo dijiste en voz alta.

Me acerca más a él logrando que nuestros labios se rosen antes de por fin estamparlos en un beso.

Nuestros labios se mueven en una sincronización lenta y suave como si por medio de nuestro beso podamos saber lo que siente el otro, lentamente me voy alejando dejando salir un suspiro satisfactorio.

- Cada día mejoramos más las clases de besos - bromea y yo me sonrojo al recordar lo que le dije aquella vez cuando nos dimos el primer beso.

- ¿Podrá la alumna superar al maestro? - sonrió divertida.

- Mmmh, creo que podemos practicar unas veces más - sonreímos divertidos para volver a unir nuestros labios en un beso que va subiendo de nivel.

Un carraspeo nos hace separar abruptamente, ambos miramos a la entrada del jardín donde está nana con la cabeza agachada y mi desayuno.

- Muchas gracias - digo avergonzada mientras tomo la bandeja y me acerco nuevamente a Gero para desayunar.

Ambos comenzamos a comer hablando de temas triviales.

- ¿Ya tienes una fecha para la boda? - pregunta con la boca llena.

- No hables con la boca llena - lo reto.

- Perdón ¿Entonces?

- Me gustaría 10 de octubre - él me mira fijamente para después sonreír.

- 10 de octubre será - toma mi mano para dejar un beso en mis nudillos - las próximas tres semanas serán las más esperadas por mí, porque por fin te convertirás en mi esposa.

Tentadora Seducción ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora