Tentadora Seducción ©

Capítulo 15

 Narra: X

- Falta poco para la estúpida boda esa y no puedo creer que no quieras actuar ya - camina enojada de un lado a otro.

- Ya te había dicho que primero dejaremos que se casen para luego enviarles un regalito de bodas.

- ¿Qué piensas hacer? - él negó.

- Yo no y mucho menos tú sino Josh pueda que deje viudo a Gerónimo antes de tiempo - ambos sonríen de manera maliciosa.

Narra: Natalia

Ahogo un grito cuando Vladimir sin miramientos le dispara al hombre en la cabeza, cayendo su cuerpo a un lado.

Los hombres que nos seguían al escuchar el disparo entran corriendo con sus armas en alto y verificando que estoy bien.

- Saquen el cuerpo y después ya saben - ordena Vladimir mientras yo corro hasta llegar al lado de Macarena que se encuentra débil.

- Maca... Macarena responde - suelta leves gimoteos dolorosos.

- Ma-mateo - susurra débilmente – bebé.

Oh el bebé.

- La llevaré al auto - Vladimir la toma en brazos, un llanto llama mi atención.

Busco el llanto de bebé que aumenta más y doy con él en una habitación y miro al bebé llorando dentro de la cuna.

Lo tomo con sumo cuidado arrullándolo contra mi pecho, salgo de la casa para subirme al auto en el asiento de copiloto.

- Maneja con cuidado - le pido a Vladimir, quién asiente y toma su teléfono.

- Doctor lo quiero en diez minutos en la mansión y lleve con ustedes todo lo necesario para hacer cualquier tipo de estudios - indica por teléfono y arranca el auto.

Doy un vistazo a la parte de atrás donde Macarena va inconsciente

El bebé se ha dormido en mis brazos.

El camino a casa es corto por lo que llegamos de una vez, salgo del auto para ir abrir la puerta principal mientras Vladimir toma en sus brazos a Macarena para entrar a la casa.

- ¡Oh por Dios! - exclama Nana al verla - súbela a la habitación que está en primera instancia del lado derecho.

Vladimir sube con rapidez los escalones a la vez que voy detrás de él, pero con dirección a mi habitación.

Con cuidado dejo al bebé sobre la cama y lo rodeo de almohadas para evitar que caiga.

Salgo nuevamente de la habitación y veo como Nana sube con el doctor y su ayudante.

- Este es el doctor de la familia, Morel, ella es la señora Rizzo - nos presenta - por cierto, mi niña Gerónimo está como loco porque te ha estado llamando y no contestas.

Abro los ojos preocupada y me doy cuenta de que el teléfono lo deje en la habitación.

Doy media vuelta y con cuidado abro la puerta, diviso el teléfono en mi mesita de noche y efectivamente cuento con al menos cuarenta y cinco llamadas perdidas de Gerónimo.

Salgo al balcón para poder llamarlo.

- Gero...

- ¡Natalia! ¿Estás bien? Ya voy de camino para la casa, Te pedí que te cuidaras...

- Tranquilízate Gero estoy bien.

- ¿Cómo que estás bien? Si mis hombres me dijeron que escucharon disparos y tuvieron que deshacerse de un cuerpo - habla enojado.