love gummy ─ minjin

O53

[segundo paso]
lanzar el anzuelo

habían perdido dos clases discutiendo si los nombres del plan eran ridículos o no, pero minho terminó por rendirse cuando el rubio lanzó un: "si quieres mi ayuda, deja los nombres de MI plan en paz". y él solamente se rindió.

── hey, yuna~ㅡ felix sonrió hacia la castaña que cerraba su casillero apenas guardó el resto de sus libros.

── ¡felixie oppa! ── yuna parecía genuinamente feliz de encontrarse con el chico.

── pasábamos mi amigo minho y yo a saludar. ── rodeó los hombros del mencionado, el pelimorado le regaló una bonita sonrisa a forma de saludo.

la chica sintió su corazón derretirse, los amigos del que consideraba su confidente eran tan lindos como él.

── ¿y qué los trae por aquí? los de ultimo año no vienen mucho por estos rumbos. ── comentó juguetona, acariciando el brazo del pelimorado de forma sutil. minho se incomodó pero no movió ni un músculo.

eso había sido fácil.

── en realidad, venía acompañado a minho. ── comentó, tejiendo la conversación para llegar el tema en cuestión.

──¿eh? ¿minho oppa busca a alguien por estos rumbos? ── cuestionó curiosa, mirando al pelimorado de rasgos definidos.

── sí, a ti

ambos chicos le miraron sorprendidos, el de baja estatura no tardó en darle un codazo discreto para que quitara esa expresión. minho entendió al instante, e intentó contenerse.

── ¿a m-mi? ──las mejillas de la castaña se ruborizaron lentamente.

── él quería pedirte salir mañana después de clases, pero sucede que es muy timido y... bueno, lo ayudo. ── sonrió con inocencia, dios mio, alguien dele el premio nobel a la amabilidad.

yuna se sorprendió aun más, intercalando miradas entre el par de amigos, buscando indicio de broma en sus expresiones. sin embargo, el de piel acanelada asintió avalando las palabras de felix.

── por supuesto, me gustaría. ──asintió la castaña, jugando nerviosamente con un mechon de cabello que contorneaba su rostro.

── sí es así, hasta entonces. ── habló finalmente el pelimorado, deseando huir de ese lugar.

¿en qué lío se había metido ahora?

felix había perdido la cabeza.

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el día siguiente llegó más rápido de lo que minho hubiera querido, ¿no podía fingirse enfermo y no ir hasta...no sé, la graduación?

pensó en huir, pero era tarde para rendirse. caminaba al colegio con la característica bolsita de gominolas; felix le había dicho que siguiera haciendo eso como si nada pasara. y realmente le gustaba hacerlo, así que no objetó. también quería ver a hyunjin, así que... mierda, estaba jodido.

── recuerda, debes asegurarte de que los vea juntos

habían sido las palabras de su amigo antes de que se despidieran un día antes; suspiró rendido, caminando contra la corriente de helado aire. la nieve tampoco ayudaba, hoy no era su día.

las paredes del aula lo resguardaron en su calor, y se sintió aliviado de dejar el obsequio para terminar por huir a su lugar. los alumnos comenzaron a llegar con el pasar de los minutos, para la hora exacta de entrar a clases un azabache aliviado entró al aula. se le había hecho tarde nuevamente. hyunjin avanzó hasta su pupitre, topándose con las golosinas y mirando al pelimorado en el instante, quien fingía leer para no toparse con su mirada.

¿por qué su corazón latía a esa velocidad?

el menor dudó en leer la nota.

❝ nadie supo que nos pasó;
ahora somos sólo polvo cósmico ❞

hyunjin sintió su corazón dar un salto, fingidamente desinteresado guardó la nota y tomó asiento para comenzar a comer sus golosinas. podría estar muy ofendido, pero las gominolas no se rechazan jamás.

las clases para minho corrieron más rápido de lo que él podía trotar, antes de siquiera considerarlo ya era el momento para su perdición. su pequeña cita con la castaña.

muy a su pesar, había tenido que ir hacia el aula de yuna para su encuentro. la chica sonrió emocionada en un improvisado saludo, no tardaron en caminar fuera del edificio. el pelimorado estuvo por olvidar la advertencia que le había hecho su mejor amigo, cuando visualizó como su pesadilla azabache venía junto a changbin.

── hola, changbin oppa. ── yuna saludó animada, aunque nunca recibía respuesta.

el rubio frunció el ceño cuando los vió salir juntos, pero nada más expresivo que el rostro de hyunjin quien sentía su sangre hervir tan sólo de ver a esa arpia.

¿qué hacía junto con su minho?

── ¿a dónde iremos en nuestra cita? ── minho quiso que la tierra se lo tragase cuando la castaña tocó precisamente ese tema cerca de ellos. se estaba arrepintiendo de todo.

hyunjin literalmente estaba por lanzarse a golpearlo, pero el rubio detuvo sus impulso con tan sólo palabras.

── ¿te sientes bien? ── cuestionó su amigo, frunciendo el ceño ante su tic en el ojo.

el menor pareció volver a la realidad, ¿por qué se sentía tan enojado? él había dejado claro que sus sentimientos por el pelimorado no cambiaron pero...

── no es nada, vamos. ── apenas su balbuceo fue entendible, pero changbin prefirió no indagar más y seguirlo.

quizás cierto pez azabache si cogió el anzuelo.