love gummy ─ minjin

O57.

──¡eres un estúpido traidor!── había gritado el menor, sin autocontrol sobre sus propias emociones.

── ¿disculpa?── el pelimorado le miró sorprendido, viendo tras él desaparecer a changbin en silencio. nunca había visto a hyunjin tan enojado, quiso huir igual que él.

──¡eres un jodido mentiroso! ── hyunjin solamente quería gritarle hasta que todo lo amargo en su estómago desapareciera. a él no le gustaba ese sabor.

minho decidió acercarse hasta quedar frente a él, analizándolo con detenimiento.

──¿ahora qué se supone que hice?── cuestionó, cruzándose de brazos con el ramo entre ellos. él se había mantenido a raya, sin desear involucrarse más en su vida.

¿por qué le gritaba ahora?

──¿qué que hiciste? ──le miró incrédulo, como si el contrario se estuviera burlando de él. ── te besaste con yeonjun.

minho enarcó una ceja, ¿estaba celoso acaso?

──¿disculpa? ¿qué derecho tienes tú sobre con quien me beso o no? ── cuestionó fastidiado, ¿por qué le gritaba? él no correspondió ese beso, lo alejó en la primer oportunidad que tuvo.

── ¡claro que tengo derecho! ── exclamó cual niño berrinchudo.

── déjame informarte que leer mi diario personal, burlarte de mis sentimientos en mi cara y etiquetarme como idiota no te da ningún derecho. ── bufó, tratando de no alterarse. él jamás se imaginó así mismo hablándole así a hyunjin, pero se lo estaba ganando.

── ¡no! ¡tú eres mio, lee minho! ── pataleó el suelo con ambos pies, entrando en un berrinche nivel sugar baby. minho esperaba el momento en que se tirara al suelo y empezara a patalear. su mamá tenía razón con lo de mimado.

── ¿qué? ¿tuyo? mira, que haya estado enamorado de ti durante literalmente toda mi vida no me vuelve de tu propiedad. ── aclaró, golpeando su frente con su dedo índice.

el rostro del azabache palideció, sintiendo una cubetada de agua helada encima.

¿había escuchado bien?

──¿e-eh? ¿estado? ¿ya no lo... estás?── cuestionó mirándole con incredulidad, y temor.

minho se planteó su respuesta, esto no estaba bien.

¿yeonjun no estaba flechado por su amigo? algo no cuadraba.

no tardó mucho en notar el engaño. felix había seguido con su estúpido plan. y sinceramente, le sorprendía que hubiera funcionado.

── no, ya no lo estoy. ── aclaró, tratando de seguir los pasos que felix le dictó. al menos algo de lo que sabía. ── y no soy tuyo, mocoso mimado. ── dijo decidido, aunque verlo tener una rabieta sólo derretía su corazón.

hyunjin mordisqueó su labio con impotencia, sintiendo como las lágrimas se acumulaban nuevamente en sus ojos. no le importaba si había besado a yeonjun, él solamente quería...

── ¡eres mío, he dicho!

── no puedes esperar que las personas estén para ti siempre cuando tú no quieres estar para ellas, es egoísta. ── explicó, mirándole decepcionado. realmente su hipótesis se basaba en hyunjin expresando sus celos en un berrinche de bebé, lo cual era sinceramente tierno y escalofriante.

── p-pero...

── pero nada, ahora hazte a un lado que debo llevar estas rosas a una linda maceta. ── mintió, iba a tirar eso en el cesto más cercano.

el pelimorado pasó por su lado, para irse. rezando internamente que lo detuviera, pero jamás lo hizo. al menos no físicamente.

── ¡me gustas! ¿okay? ── gritó con cierta desesperación, como último recurso. no podía irse, no podía... dejarlo.

── ¿qué dijiste? ── cuestionó el pelimorado, sin atreverse a voltear. esto no podía estar pasando, debía ser un sueño.

── no puedes estar con yeonjun, no puedes. ── murmuró apenas audible, sintiendo un vacío enorme en el pecho tan sólo de pensarlo. ── no puedes dejarme solo, tú dijiste que yo te gustaba.

── no, dije que estaba enamorado de ti. ── aclaró, girando sobre sus talones. sintiéndose culpable de ver lágrimas retenidas en sus orbes avellana.

── no hables en pasado, hyung. ── musitó, nuevamente al borde.

── dijiste que era un idiota. ── le recordó, regresando paso a paso hasta él.

hyunjin sintió sus mejillas sonrojarse.

── eres un idiota lindo, mi idiota favorito. ── se atrevió a mirarlo, con su mirada vidriosa. había hablado, lo había dicho.

── dijiste que jamás iba a gustarte. ── recalcó, mirándolo detenidamente. no quería humillarlo haciendo que se tragara sus palabras, solamente quería estar seguro de que esto estaba realmente sucediendo.

── mentí, yo...── ¿qué estaba pasando con él? él ni siquiera lo seguía viendo como idiota antes de que le diera el diario. ── me gustas desde antes de leer el diario.

── ¿eh?

el diario no tenía nada que ver, porque hyunjin había perdido su apuesta antes de darse cuenta.

── me gustas desde antes de que habláramos. ── confesó finalmente.

el rostro de minho perdió todo color, ¿qué?