Refugio.

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La familia volvo en sus ikranes siendo liderados por Jake. Los chicos miraron sobre sus hombres lo que alguna vez fue su hogar, mientras más se alejaban los árboles se veían más pequeños, más alejados. Todos se preguntaron cuando volverían a ver su amado bosque. Jake siempre solía decir que cuando una vida se acaba otra comienza, y Andeyla nunca lo entendió del todo hasta ese momento cuando su vida en el bosque parecía terminar sin estar segura de como su nueva vida le daría la bienvenida.

Fue un viaje largo, de ocho horas para ser exactos, sin embargo, se sintió como una eternidad. Atravesaron tormentas, paisajes hermosos, y atardeceres encantadores, tomaron varios descansos entre el vuelo para descansar y dejar que los ikranes lo hicieran también. Se alimentaban, tomaban agua y retomaban el viaje, en total fueron tres descansos para retomar el aliento y seguir. Llego un punto en el que realmente no sabían a donde se estaban dirigiendo, el bosque ya ni siquiera aparecía en el campo de visión, todo lo que los rodeaba era kilómetros y kilómetros de agua.

Andeyla pensó que el viaje nunca terminaría cuando vio a lo lejos unos arcos de rocas en los que las olas estaban constantemente chocando, al volar sobre ellas vio como había pequeños arrecifes donde diferentes na'vis se encontraban, al verlos comenzaron a moverse hacia la isla. El lugar era visualmente fantástico, había toda especie de maruis que se encontraban sobre el agua, detrás había una especie de selva acompañada de una hermosa playa. Se escuchó el ruido de alerta anunciando su llegada. Jake guio a los chicos con su grito, dieron un par de vueltas en el aire buscando la mejor manera de aterrizar, su llegada había sido de todo menos discreta. Aterrizaron sobre la arena en formación, bajaron de sus ikranes antes de reagruparse detrás de Jake y Neytiri. Andeyla miro a su alrededor los Metkayina se habían agrupado a su alrededor mirándolos con curiosidad, los na'vi del bosque estaban realmente sobresaliendo entre los locales, su tono de piel era de un azul claro, como verdoso, sus colas eran más anchas, sus manos también e incluso sus ojos parecían distintos, se podían ver claramente las diferencias entre ellos.

Andeyla se posiciono enseguida de Kiri, no estaba segura de qué hacer, estar rodeada de tanta gente desconocida que la miraba como si fuera alguna especie de entretenimiento.

- Oye, Por favor- escucho decir a Jake, al parecer Neytiri había querido sacar su arco y lo que menos quería el hombre era parecer hostiles con los líderes del clan. Neytiri bufo devolviendo su arco al ikran. - Conmigo- dijo en dirección a los más jóvenes.

- Tuk - llamó Neytiri al ver que su hija se había alejado un poco. Andeyla camino con los Sully tratando de no mostrarse hostil, pero seguía alerta sobre todo al ver a los guerreros que sostenían sus lanzas. - Bien portados.

Jake camino hacia la gente con sus manos en el aire en señal de paz, quería que supiera que iba desarmado, con la única intención de hablar con ellos, sin violencia. Bajo suavemente los brazos cuando dejo de avanzar haciendo que todos se detuvieran. Entre la multitud salieron dos chicos que los miraron fijamente, Neteyam y Lo'ak hicieron el saludo respetuoso hacia ellos un tanto nerviosos, ninguno sabía muy bien cómo moverse en ese lugar. Andeyla hizo lo mismo siendo observada por el chico metkayina que parecía el más grande de todos, ella le sostuvo la mirada sin vacilar, no le gusto la burla que vio en esos ojos azules.

- Tranquilo, no se alteren - dijo Jake.

- Miren, ¿Qué es eso? - hablo el otro chico metkayina, el que tenía el cabello esponjado. Su voz sonaba burlesca fijando su mirada en las colas de sus amigos- ¿Se supone que es una cola? - las demás personas a su alrededor rieron ante el comentario. Andeyla se contuvo lo mejor que pudo, no quería meterse en problemas, había decidido ir con ellos para apoyarlos, no para perjudicarlos. La chica miro a sus amigos en el momento en que ellos miraban hacia el agua, su vista siguió el mismo camino encontrándose con una linda metkayina saliendo del agua, la miro con curiosidad preguntándose si sería como los primeros idiotas que habían aparecido o no.

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