El Camino De Eywa

660 61 2
                                    

Andeyla despertó sobresaltada, sus manos temblaban y sentía como él sudor bajaba por su frente. Desde tiempo atrás había comenzado a tener sueños con su madre, habían pasado de ser tranquilos, pequeños encuentros en el bosque, a veces sentía que eran como recuerdos, pero recuerdos que no le pertenecían a ella sino a alguien más. En estos siempre aparecía su madre, su padre, Max, la doctora Grace y en los últimos que había tenido salía Jake y Norm, pero en una versión más jóvenes de sí mismos. Estos sueños siempre iban acompañados de la misteriosa melodía, otra cosa que tampoco la dejaba en paz últimamente. La tenía con los nervios de punta.

Después de su discusión con Neteyam, los metkayina la habían invitado a comer a su Mauri pensando que quizá ella no estaría tan entusiasta de volver al suyo, fue una comida agradable, Tonowari tenía un lado gracioso, Ronal incluso habló con ella sobre los métodos que tenían en el bosque. Después de comer Tsireya se había ofrecido a peinar su cabello, lo cual aceptó ya que desde la última vez lo tenía hecho un desastre, supuso que fue ahí donde se quedó dormida porque al despertar se encontró en las piernas de su amiga que acariciaba dulcemente su cabello.

- Despertaste - dijo Tsireya preocupada por la forma en la que su amiga se veía. - ¿Esta todo en orden?

- Sí... Solo un mal sueño - dijo la chica controlando su respiración.

- Tsireya, ¿Por qué no le traes un poco de agua a nuestra invitada? - habló Ronal detrás de ellas, fue allí que Andeyla noto que ni Tonowari ni Rotxo y Aonung no estaban en el mauri, solo eran ellas tres.

- Claro madre, buena idea - dijo la metkayina antes de salir a buscar lo que se le pidió. Andeyla se quedó sola con la tsahik, acomodo su postura y pasó las manos por su cabello intentando verse lo más presentable posible.

- Gracias por preocuparse, pero en serio estoy bien-Andeyla iba a seguir hablando cuando volvió a escuchar la melodía, miró la dirección en la que provenía aguantando sus ganas de salir corriendo para seguirla.

- Así que tú también puedes escucharla - hablo Ronal mirando atentamente a la chica. Andeyla miró a la mujer con los ojos abiertos ante tal afirmación, ¿No era la única que la escuchaba?

- ¿Puede escucharla? - preguntó acercándose a la tsahik que se encontraba acariciando su abultado vientre.

- La escucho desde que ustedes llegaron... Pensaba que era un mensaje para la hija de Jake Sully.

-¿Kiri? - la mujer asintió.

- Ella tiene algo, nunca había visto una conexión con Eywa como esa-confeso Ronal- pero después note que esa melodía te llamaba a ti...

- ¿Sabe qué quiere decir? - preguntó la chica sintiendo que por fin tendría las respuestas que tanto había buscado.

- Ella quiere mostrarte algo - dijo Ronal acercándose a ella para tocar ligeramente el collar que colgaba del cuello de la chica - quizá quiera revelar algo que sigue escondido, resolver algo que quedó inconcluso, ella quiere que abras los ojos, Andeyla.

Andeyla parpadeo pensante, aquello le hizo recordar el sueño donde su madre le pedía que buscará algo, ¿esa melodía y sus sueños tenían relación? ¿Revelar algo que seguía escondido? ¿Qué significaba? ¿Algo inconcluso? ¿Tenía eso que ver con las muertes de sus padres? Genial, más preguntas y menos respuestas.

- Aquí está el agua – dijo Tsireya llegando con un pequeño jarrón con agua fresca. Fue hasta su amiga para ofrecérselo, la chica lo acepto dándole un trago, no sabía que estaba tan sedienta hasta que su boca dio el primer trago terminándose el agua por completo.

- Gracias.

- Hija – habló Ronal sin quitarle los ojos de encima a la omaticaya.- ¿Por qué no llevas a los chicos a ver el árbol de las almas?- Andeyla miró a Ronal observando como esta asentía hacía ella – les hará bien conectarse a Eywa, ha pasado un tiempo desde que lo hicieron, ¿O me equivoco?

DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora