8. Nosotros (La Pastelería)

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La pastelería de la calle 56 era famosa por ser la más grande de la ciudad.

Largas vitrinas salpicadas de color, que contienen todos los postres que eran capaz de soñar. Fluke se paseaba por el lugar como si del cielo se tratase.

Ohm lo observaba con atención, cuestionándose a sí mismo. No estaba acostumbrado a nada de lo que le estaba pasando en el momento.

Hacía lo mejor por entender su necesidad por seguirlo con la mirada, la satisfacción que sentía por verlo sonreír de esa manera. La felicidad.

El muchacho se acercó con una tarta con fresas y crema en el medio, y dos cafés. Se sentó frente a él, le acercó una de las tazas y tomó un tenedor de la mesa.

Fluke levantó la mirada y se sonrojó.

-no puedo comer si me miras de esa manera,- musitó de forma tímida.

Ohm relajó su postura y le dio un sorbo a su café.

-¿de que manera?- murmuró, fingiendo ingenuidad. Fluke se inclinó hacia delante, provocando que el hiciera lo mismo.

-Me miras de la misma forma como yo a esta tarta,- susurró para él.

-¿te disgusta?- cuestionó el pelinegro.

-¿no vas a negarlo?- se sorprendió el pequeño, hundiendo el tenedor y tomando un pedazo del postre.

-Si quisiera negarlo no lo haría tan obvio.- confirmó con naturalidad, -pero si te disgusta—

-No.- musitó, ensanchando la sonrisa de Ohm.

El teléfono de Fluke empezó a vibrar y la foto de su hermano apareció en la pantalla.

-Me ha llamado 14 veces,- musitó él pequeño, pero se veía relajado.

-Mix debe estar volviéndolo loco.- le aseguró Ohm, dándole otro sorbo a su café.

-no se ve como una persona desagradable.- insistió Fluke, -creo que estas exagerando.

-dale una semana, te sorprenderá todo lo que esconde esa cara bonita.

Fluke no tenía idea del por qué la gentileza de Ohm le molestaba. Era obvio que se trataban como hermanos, y se preocupaban el uno por el otro.

Además el no le pertenecía. Incluso si fuese así y luego de su divorcio Ohm decidiera salir con Mix… se detuvo. La idea le parecía repulsiva.

-Es muy lindo,- intentó Fluke. -¿se conocen desde hace mucho?

-¿te interesa Mix?- el tono de Ohm parecía casual, pero escondía la misma acidez que el pequeño intentaba disimular.

-quiero poder conocerte,- se justificó, -y el parece una persona muy importante en tu vida.

-lo es.

Fluke hundió el tenedor con fuerza, golpeando la porcelana con el metal. Ohm sonrió, divertido, y de cierta forma, satisfecho.

El pequeño lo fulminó con la mirada y empezó a despedazar lentamente la tarta.

-creo que perdí el apetito,- musitó después de un rato. -deberíamos irnos.

-Y yo creo que si preguntaras lo que realmente quieres saber, la tarta hubiese sobrevivido.

-no se a que te refieres,- contestó irritado. -además, Mix debe estar esperando.

-te lo dije cuando te conocí,- continuó Ohm, con tranquilidad. -Soy una persona horrible, pero no quiero que estés triste.

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