Solo amantes y ya maestro tignari? (PAUSA)

Dime? Estas celoso? Quien no.

11:50

A 10 minutos de que los alumnos salieran al almuerzo. Lastimosamente nuestros maestros favoritos tenían que ir a vigilar ciertas áreas a la hora de almuerzo, por lo cual, no podían seguir dándose amor, lo cual era una lástima, ya que para Cyno, aquellos "mocosos" tenían la edad suficiente para no meterse él líos, Cuando Tignari le escucha decir eso siempre le recuerda aquello que vivió en su adolescencia junto a él y le quería evitar aquellos traumas a los pobres chicos. No obligado pero igualmente no contento, iba a vigilar aquellas áreas donde los alumnos recurrían ir a ingerir sus alimentos; volviendo con nuestros maestros favoritos... Tignari estaba sentado en el suelo encima de una manta acariciando la cabeza de Cyno, el cual estaba recostado en sus piernas, entre dormido y despierto, pero más dormido... aunque sea un adulto... una actividad así le cansaba.

— Nari... qué hora es?

Pregunto el moreno mientras se acariciaba la cabeza y miraba hacia los lados, parecía que estaba furioso, pero en realidad solo estaba cansado.

— Ve despertándote cielo... faltan aproximadamente 10 minutos... tengo que ir a reportarme...

Dijo mientras levantaba el flequillo aquel muchacho moreno para así darle un beso en la frente eh intentar levantarse. Unas manos lo apresaron para así volverse a sentar.

—Ha... no me dejes... estoy falto de cariño...

Dijo mientras se hacía la víctima ya que en el abrazo metió la cabeza en el estómago de el chico de ojos de colores varios además que le había estado dando cariño por todo lo que sobró de la hora... a Tignari le provocaba ternura el verle así... lastimosamente el choque de realidad llegó... tenía que irse.

— Amor... nos levantarán sospechas... levantate...

Dijo acariciando su mejilla mientras miraba a su tierna pareja poniéndose de tal forma con él, quizás aveces podía ser un sadico sin autocontrol, pero aveces podía ser un chico muy sensible y tierno, a Tignari eso le encantaba.

— Mierda... esos mocosos van a estar bien...

Decía apretándolo con más fuerza, sin llegar a dañarle o sacarle el aire, simplemente como un pequeño niño aferrándose a un oso de peluche.

— No lo digo solo por los chicos... si no que también hoy me toca turno de vigilancia... y el director... no tiene muy buen temperamento con la falta de maestros que digamos...

Tenia un muy buen punto, el director Kaveh no tenía buen temperamento con las faltas, era alguien que a su forma daba miedo, normalmente se le ve tranquilo, al principio es un ángel, pero cuando se enoja... mejor no entrenos en detalles.

— Hmmm... está bien... solo...

Dijo soltándolo y levantándose para así esta vez él sentarse  en las piernas de su pareja y así darle un beso en los labios, para luego mirarle a los ojos, el chico de cabello negro con verde no tuvo más opción que aceptar aquel trato y abrazarlo igualmente.

— Tus ojos son hermosos...

Los ojos de Tignari... era algo que a Cyno le volvía loco, ver esa extraña mezcla de colores le encantaba, Tignari le dio un último beso a su amante. Cyno se levantó y le ofreció la mano a Tignari para ayudarle a levantarse, nuestro zorrito aceptó su ayuda y se levantó.

— Te veo luego Cyno...

Dijo el zorrito acariciando el miembro de aquel chico de ojos carmín con su cola mientras se retiraba, Cyno solo lo miró y se cruzó de brazos, en la noche hablarían de eso.