No eres tu... soy yo y lo que amo.

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/martes **/**/20** 6:00am\

Cielo... despierta...

Decía Cyno ya levantado despertando a su pareja, como un día normal.

— Hmm... ya voy...

Adormitado y cansado... así estaba el pequeño zorrito mientras bostezaba... otra vez... a trabajar, pero quería dormir más, así que se puso boca abajo.

— Mínimo me das mi beso de buenos días?...

Dijo Cyno burlón mientras se sentaba en la cama de el lado de Tignari, mientras acariciaba su espalda, el de cabello negro, al sentir la mano de su amado, se dio la vuelta para así, tal y como el príncipe a blancanieves, Cyno beso al de orejas y cola, este se despertó rápidamente para abrazar a su futuro esposo.

— Buenos días cariño...

Dijo Tignari, aún cansado pero no adormitado pero si semidesnudo, solo traía su respectivo bóxer, al igual que Cyno.

— Buenos días...

Respondió Cyno felizmente, ya que notaba de buen humor a su pareja, dejando a Tignari recostado y arropado nuevamente, este se levantó y se puso una camiseta blanca y unos pantalones cómodos.

— Donde vas?... vas a salir?...

Decía Tignari extrañado, ya que era muy poco común que su futuro esposo se pusiese una camiseta para andar por casa.

— Cielo... tengo que ir a despetar a Collei...

Decía Cyno mientras miraba a Tignari burlón mientras se hacía una coleta alta.

— Oh! Es verdad!

Dijo Tignari con una sonrisa de oreja a oreja para así rápidamente y buscar una camisa y unos shorts.

— Iré a cocinar... ve a despertarla, pareces más emocionado que yo...

Cyno sintió una paz en su corazón viendo a Tignari tan contento por su nueva vida.

Collei... despierta... Cyno ya hizo la comida...

Dijo Tignari abriendo la puerta de Collei con los ojos tapados con su mano, ya que quería respetarla lo más que pudiese.

— Ugh... buenos días...

Se le escuchaba sorprendida, ya que jamás habían hecho eso por ella, fue un gesto tan amable, y tenía razón de taparse los ojos, había dormido con ropa corta, aunque no tenía nada de malo.

— Jeje... tranquila... respetaremos si quieres dormir un poco más...

Dijo Tignari mientras que aún con la cara tapada se apoyaba en el marco de la puerta de Collei.

— N-no... ya voy...

Collei se sonrojó ante el lindo acto de Tignari. Tignari se dio la vuelta y se destapó los ojos, sin mirar hacia el cuarto le dijo...

— Te dejó para que te cambies...

Se fue a la cocina para así ayudar a su futuro esposo a poner la mesa.

Solo amantes y ya maestro tignari?  (PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora