¿Egoista? Si, ¿culpable? Nunca

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Tres días antes de la boda.
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Nilou pov.

Todos los días... te veo y parece que soy invisible para ti... de ti aprendió mi corazón... Y ahora no me reproches que no sepa darte amor... pero... aunque quisiera no puedo dártelo...

Decía Nilou con el vaso con cianuro en sus manos mientras lloraba, lo tiro por el fregadero de el baño y luego se miro al espejo...

Oh Cyno... espero sepas perdonar... Tignari y tu pequeña hija... merecen ser felices contigo...

Nilou se tiro en el suelo de el baño mientras lloraba y recordaba al hombre que una vez amo con locura, se dio cuenta que haga lo que haga su corazón pertenecía a alguien más... con una sonrisa se limpio la cara y fue a elegir el vestido que iba a usar en la boda de Cyno... ya que Al fin y Al Cabo... quería verlo feliz... aunque no fuera con ella...

La invitación no la mando ni Cyno ni Tignari... fue... de Albedo... solo quería ver la cara de la perra de Nilou mirando a su amado casarse con otro...

Siempre dijeron que las mujeres eran más sensibles que los hombres... lo cual... es cierto, Nilou comprendió que Cyno... no era para ella... si se iba a casar era porque estaba seguro... y ella... no lo iba a cambiar... en cambio Alhacen...

Kaeya no estaba con Cyno... lo cual era extraño, solo estaba con Arataki Itto probándose su traje... dijo que estaba con Albedo, lo cual era extraño, ya que Albedo estaba con Tignari nada más... o eso creía Cyno...

Te miras todo un un hombrecito aaay Dios mío... estoy tan orgulloso de mi muchachon...

Decía Itto mirando a Cyno mirarse en el espejo, le dio un abrazo que hasta lo levanto...

Gracias Itto... pero... hace falta Kaeya no?...

Dijo el Moreno arreglándose el cabello.

Si... ese carbón dijo que iría con Albedo pero en realidad nadie sabe dónde está... No te preocupes, posiblemente su hermano lo está regañando por alguna estupidez...

Dijo Itto mientras lo miraba con una sonrisa.

Tienes razón....

Cyno dijo un tanto preocupado. Ambos guardaron el traje y se lo llevaron a casa, aprovechando, Cyno fue con Itto a comprar algunas cosas... para Gorou y Collei, los cuales iban a ser sus invitados principales.
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Kaeya...
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Kaeya...
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KAEYA!

Gritó Alhacen mientras le lanzaban un balde de agua fría a la cabeza al Moreno.

La boda es en tres días y tú?... no haces nada...

Preguntó Alhacen en un grito mientras le daba un golpe a Kaeya.

Estaba desmayado... drogado... e inconsciente... que carajo querías que hiciese?...

Preguntó Kaeya mientras suspiraba de dolor, hizo la cabeza hacia atrás suspirando y pensando.

"al menos Albedo esta con Tignari... tranquilo cielo... pronto estaré contigo..."

Quiero que traigas a Cyno conmigo, así tu serás libre y no te volveré a molestar...

Dijo el hombre de cabello blanco mientras miraba penetrante al hombre de cabello azul.

¿No me molestaras nunca más... a mi... ni a Albedo... ni a su hermana...

Preguntó Kaeya con su nariz sangrando y agonizando.

Te lo juro...

Dijo Alhacen haciendo una pequeña reverencia a forma de respeto.

Trato hecho.

Dijo Kaeya antes de que Alhacen lo liberara, el Moreno de cabello azul camino hacia su departamento, en cada paso odiándose, la luz de el sol lo quemaba, cuando llego, sin pensarlo se desnudó hasta llegar a la ducha, dejando un camino con su ropa, se sentó en el suelo, y se comenzó a reír, a reír a carcajadas hasta que su garganta se cerró, y ahí comenzó a agonizar, a ahogarse en lágrimas, sus lamentos eran lo único que se escuchaban.

Kaeya?...

Una voz angelical, casi como si fuese un suspiro de vida, resonó en el baño. Tal como un ángel de un cuento bíblico, cabello rubio y ojos azules abrió la cortina de el baño para encontrarse con el Moreno, el solo lo miró, con una mirada tan dulce, sin importarle su ropa, se acercó a él, poniéndose de rodillas en el suelo de la húmeda ducha, lo miró.

El Moreno lo abrazó, como si un niño a una madre fuese, lo abrazó y con amor lo desnudó para que lo acompañara en aquel baño. Contra todo pronóstico fue más calmante que cualquier droga, Kaeya se quedó dormido en el suelo de la ducha y en los brazos de Albedo. Como pudo, Albedo lo cargo y lo llevo a la cama. El chico de rubio le tomó la mano y la beso... preguntándose... ¿cual será esa pena tan grande?... que hizo que una persona como su amado, llorara hasta quedarse dormido. Luego beso su mano, y se quedó junto a él, hasta que el cielo se tornara anaranjado y el olor a una cena cacera se asomará en la nariz de el Moreno.
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Holiiii, soy la escritora, Yey, espero que les haya gustado este capituló, calculo que el sábado mas o menos saco otro capítulo, lo prometo.

Los tqm y sigan viendo.

*se esconde epicamente antes de que la quemen*

Solo amantes y ya maestro tignari?  (PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora