El inicio del fin

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Antes de que Cyno fuese maestro, tuvo muchos trabajos anteriormente, siempre de medio tiempo, ya que tenía que estudiar aún, entre los trabajos que tuvo fue, ayudante de construcción, ayudante de panadería, mesero, y hasta llegó a ser un bartender, ese último trabajo lo llego a tener en la universidad, ya que era de noche y no le interrumpía en sus estudios, aunque no le gustaba mucho, ya que siempre tenía que ser carismático y algunas veces "coqueto", no se le daba muy bien eso último.

— Parece que te estás llevando a todos mis clientes

Decia Cyno mientras reía y seguía atendiendo, era una noche cualquiera, trabajando junto a su amigo Kaeya, el cual, se llevaba muy bien con él. El hermanastro de Kaeya, dueño de el local, le hizo el favor a su pequeño hermanastro, de darle trabajo al moreno de ojos rojos, el cual, también era universitario.

— No a todos... mira...

Kaeya señaló con la mirada a una chica, la cual estaba sentada en una esquina de la barra, sola y triste, mirando de reojo al moreno, desde hace rato, Cyno la había ido a defender de unos hombres las cuales la querían drogar para así llevársela, lo cual, Cyno no permitió y los sacó de el lugar. La chica, en ese momento, quedó flechada por aquel moreno de cabello blanco, aunque Cyno pensó que era por el alcohol.

Eh?... a quien...?

A la pelirroja de por allá... te está comiendo con la mirada... ve a atenderla...

Está borracha, la estoy cuidando, paso un accidente hace rato... es más... iré a darle agua.

Kaeya como siempre... haciendo que los gays se miren heterosexuales...

Decía Kaeya burlón, para así ir a su lado de la barra y seguir atendiendo a sus clientes.

Oye...? Como te sientes? Te traje...un poco de agua... parece que en cualquier momento te vas a caer...

Decía Cyno apoyándose frente a ella mientras le daba un vaso de agua con hielo y la miraba con atención, la pelirroja se quedó mirando aquellos ojos color carmín, a eso se le llama, amor a primera vista... o eso pensaba la pelirroja.

— E-eh?... m-muchas gracias...

La chica se sonrojó ante el amable gesto de el chico, pensaba que estaba ligando con ella, y a la chica de algún modo le gustaba, no era feo, ni tímido, era Perfecto, completamente su tipo.

— No hay de que... quieres algo de comer? Si no has comido nada puedes vomitar o tener un coma etílico...

El chico preocupado, más no con ganas de tener nada con ella, simplemente le trajo algo simple y le dijo que iba por parte de la casa, para la pelirroja esa era una señal.

— Eres muy lindo... gracias.

Luego de eso la chica se hacía muy frecuente a ir al bar, solo a pedir algo de comer o solo bebe una bebida, solo una, ya que era muy caro, siempre le preguntaba cosas personales a Cyno, lo cual le incomodaba, pero no quería caerle mal a sus clientes, ya que se estaba jugando una propina, así que respondía.

En ese momento, la pelirroja se dio cuenta que eran muy parecidos y conectaban muy bien... se obsesionó completamente, quizás porque de pequeña, nunca tuvo a nadie que la cuidara de esa forma.

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— Cyno...

Cyno aún en su momento más feliz, seguía un poco rayado ya que ¿Nilou? No se lo esperaba para nada, solo la conoció y se topó un par de veces con ella en su antiguo trabajo y ahora por casualidades de el destino trabaja junto a ella ¿desde siempre estuvo así de obsesionada? A Cyno le aterraba.

Solo amantes y ya maestro tignari?  (PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora