#17 Leonar

20 9 1
                                        

- Todo empezó cuando aceptó ese trabajo en la compañía fantasma -.

- ¿Compañía fantasma? -.

- Así le digo, recuerda que no podía decirnos que empresa era, políticas estúpidas... -.

- Ha, ya ¿Empezó ahí? -.

- Sí, las primeras semanas fueron normales, hasta que hubo un día en que ella llegó a casa un poco agitada, pero yo era como tú. ¿Te acuerdas que me dijiste que no la presionabas? Así era yo, dejaba que ella me contará cuando se sintiera lista, era mi costumbre -.

- ¿Cuánto pasaron así? -.

- Tres meses... Al final tuve que confrontarla, le dije que me estaba preocupando, que no recordaba haberla visto así durante tanto tiempo. Ella me dijo “no pasa nada” con una sonrisa. La miré fijamente mostrando que no me comía el cuento y al final lo admitió -.

- ¿Que cosa? -.

- Me explico que la empresa en donde trabajaba al parecer escondían algo grande, que ella con un amigo lo estaban averiguando, pero que no era nada seguro. Aún así me explico que de ser cierto muchos estarían en peligro, y lo último que quería es que nos viéramos envueltos nosotros, su familia y amigos, por eso estába dudando si decirme o no, no quería ponerme en peligro y mucho menos a ti -.

- Leonar cálmate... - no lo había notado, algunas lágrimas estaban saliendo.

- Tengo que dejar de hacer esto... - me limpie la cara - le dije que confiaba en ella y que sabía que podría con esto y más. Fue cuando vi que la Alexandra que conocía la estaban destruyendo de a poco y no podía hacer nada. Más o menos dos o tres semanas después tú fuiste a mi casa para preguntarme por ella... Te mentí - hice una pausa - en ese momento si sabía lo que pasaba, pero no podía contarte, no tenía su permiso -.

- Lo entiendo, no es fácil guardar esas cosas, por eso ella confiaba en ti. No eres de esas personas que hablan de más -.

- No es fácil... Lo cierto es que de ahí en adelante no hablamos mucho, aunque vivíamos en la misma casa no nos veíamos mucho. Yo estudiaba y ella trabajaba hasta tarde, casi no nos comunicabamos -.

- ¿Y eso porque? -.

- No lo sé... Creo que fue un trato no escrito, y nos distanciamos un poco para no dañarnos, o mejor dicho ella no quería dañarme, así que me alejó. Tres meses después ella ya no aguantaba el estrés y a veces llegaba a mi cuarto llorando pero sin decir nada, creo que eso deberían aprenderlo muchas personas. Y es que no necesitas decir nada en algunas ocasiones, solo tienes que estar ahí, hacerle saber a esa persona que no está sola con tu mera presencia. Ella duro así un tiempo -.

- Ella sufrió demasiado ¿Verdad? - sus ojos estaban brillantes.

- Como no tienes idea... Dos meses después me encargo decir nuestra frase a la persona correcta “Gracias por todo y por tanto” - sonreí involuntariamente - luego... -.

- ¿Luego que? - me miró intrigada.

- Luego de eso, unos siete meses después... - hice una pausa para calmarme - ella hablo conmigo una última. Y me dio la charla más grande mi vida - reí sin ganas - ella me dijo algo más o menos así: “explicarte lo que está pasando no tiene caso, involucrarte en esto no es seguro y no quiero hacerlo por ahora. Así que escúchame bien. No sé qué pueda pasar conmigo de ahora en adelante, esto me superó por mucho y no se qué pueda pasar, así que seré totalmente sincera aunque claro siempre lo he sido. Esto será difícil y lo digo por ti, escucharás de lo más seguro cosas horribles sobre mi, cosas que muchos van a creer. Pero esta de más decir que me conoces, sabes quién soy lo que podría hacer y lo que no. Lo más probable es que desaparezca por un tiempo y no nos volvamos a ver, es más no sé si volvamos a vernos. - hice una pausa, recordar todo eso era algo fuerte para mí - Pero quiero que sigas adelante, a tu tiempo, a tu modo pero que sigas adelante. Todos en algún momento caemos pero no por eso debemos rendirnos, hay que pararse y enfrentar lo que viene con valor, y quiero que tú lo hagas, sé que puedes, confío en ti y sé que cuando caigas te levantarás y seguirás. No quiero que sufras y que de algún modo puedas estar tranquilo, y que seas feliz por sobre todo. Te quiero mucho... - suspiré - hermanoamigo” -.

Se me hizo imposible no quebrarme aunque sea un poco. Ori estaba sentada al lado mío y me rodeo con su brazo y yo caí en su hombro, no sé si se le puede llamar abrazo pero para mí si lo fue.

- Luego de llorar un poco - continué - me dijo que no le dijera a absolutamente nadie de esto, ni siquiera a nuestros padres -.

- Entonces ¿Porque me cuentas esto? -.

- A nadie... Excepto a ti. Ella te tenía mucho aprecio, como a mí. Pensó que era injusto que no supieras nada, más sabiendo que se había alejado bastante de ti. Recuerdo que siempre me preguntaba si sabía algo de ti... -.

- En esos momentos creí que alejarme era lo mejor... - dijo pensativa.

- Y lo fue... Ella estaba tan sobrecargada que ya no era la misma. Por cierto me dijo que si llegaba a hablar contigo (porque lo dejo a mi elección si contarte esto o no) te dejará un recado -.

- ¿A sí? ¿Que será? - ya para este punto ella estaba bastante sensible, pero aún así continué.

- Que... Esperaba que algún día escucharán Umbrella juntas, y si no, que la escucharás por las dos -.

Ella me miró con cara de sorpresa que de inmediato se convirtió en una de tristeza profunda - ¿Puedo darte un abrazo? - dijo casi llorando.

La abrace fuerte, con un poco de impotencia, quisiera decirle algo que la calme pero no tenía nada.

- Leonar... -.

- Dime -.

- Gracias por decidir contarme, y entiendo que tardaras en decirme. Me alegra que me contarás -.

Esas palabras hicieron vuelco en mi corazón. Pero a la vez me calmaron porque sentí que al fin en estos tres años que ella se fue hice algo bien.

- No te preocupes, merecías saberlo -.

- Gracias por todo y por tanto - sonreí.

- De nada -.

ConexiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora