Harry no estaba muy seguro de la reacción que tendría Hagrid al verlo llegar acompañado de su hermana y del pelirrojo, cuando le conocieron en Gringotts Ariadne no le había revelado su apellido esperaba que Hagrid no cambiará su trato ahora hacia ella.
Por mucho que Hagrid fuera de su agrado no le perdonaría un trato grosero hacia su hermana, aunque dudaba que el guardabosques tuviera esa clase de pensamientos.
Salieron del castillo cinco minutos antes de las tres y cruzaron los terrenos que lo cruzaban. Hagrid vivía en una pequeña casa de madera, en el borde del bosque prohibido. Una ballesta y un par de botas de goma estaban al lado de la puerta delantera.
Cuando Harry llamo a la puerta, oyeron unos frenéticos rasguños y varios ladridos. Luego se oyó la voz de Hagrid diciendo:
—Atrás, Fang, atrás
La gran cara peluda de Hagrid apareció al abrirse la puerta.
—Entrad. —dijo—. Atrás, Fang
Los dejo entrar, tirando del collar de un imponente perro negro.
Había una sola estancia. Del techo colgaban jamones y faisanes, una cazuela de cobre hervía en el fuego y en un rincón había una cama enorme con una manta hecha de remiendos.
—Estáis en vuestra casa —dijo Hagrid, soltando a Fang que se lanzó sobre Ron y comenzó a lamerle las orejas, Como Hagrid, Fang era evidentemente mucho menos feroz de lo que parecía.
—Bueno a Ariadne ya la conoces —comenzó Harry mientras Anne le sonría a Hagrid y acariciaba sutilmente las orejas del canino antes que este tomara lugar a un lado de la puerta. —Y este es Ron.
Hagrid que se encontraba volcando agua hirviendo en una tetera y sirviendo pastel miró al pelirrojo de reojo. —Otro Weasley ¿No? Me he pasado la mitad de mi vida ahuyentando a tus hermanos gemelos del bosque.
Ariadne intento decir algo, talvez ahondar más en el tema de la entrada de los Weasley al bosque prohibido o quizás en lo que sea que fuera ese algo que Hagrid había recogido en la cámara aquel día en Gringotts pero el peludo Guardabosques con una gran sonrisa les extendió un pedazo del pastel a cada uno.
El pastel casi les rompió los dientes, pero Harry y Ron fingieron que les gustaba, incluso Ariadne le sonrió al medio-gigante cuando con ojos expectantes les pregunto si era de su agrado, mientras le contaban a Hagrid todo lo referente a sus primeras clases. Fang ha cambiado su lugar de descanso, el canino ahora apoyaba su cabeza en el regazo de Harry y babeaba su túnica, de vez en cuando levantaba su gran cabeza seguramente con la esperanza que Harry le compartiera de su comida.
Los tres niños quedaron fascinados al oír que Hagrid llamaba a Filch "Ese viejo bobo" Ariadne suponía que "bobo" era la palabra más ofensiva que podrían escuchar del amable guardabosque.
—Y en lo que se refiere a esa gata, la señora Norris me gustaría presentársela un día a Fang ¿Sabeís que cada vez que voy al colegio me sigue todo el tiempo? No me puedo librar de ella, Filch la envía hacerlo
Harry le contó lo de la clase de Snape y el como Ariadne le había defendido a pesar de las objeciones de ron, Hagrid le sonrió a la castaña bajo su poblada barba antes de hablarle a Harry y decirle que no se preocupara, que a Snape no le gustaba ninguno de sus estudiantes
—Pero realmente parece que me odie.
—¡Tonterías! —.dijo Hagrid —. ¿Porqué iba a hacerlo?
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Pertenecientes A La Oscuridad
Short StoryHarry Potter el niño que vivió, el heredero de Gryffindor, el último Potter, el salvador del mundo mágico quien vencerá al Señor Oscuro... ¿Pero quién dijo que el Señor Oscuro era el mago que llamamos Lord Voldemort? Las apariencias engañan y los pe...