22. Clase de Pociones con Alguien Conocido

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El viernes fue un día importante para Harry y Ron. Por fin encontraron el camino hacia el Gran Comedor a la hora del desayuno, sin perderse ni una vez. Ariadne se burló de él cuando ese simple hecho le emociono pero cuando Ron comento que también era la primera vez que ella no los perdía está solo le dedicó una mirada mordaz

—¿Qué tenemos hoy? —preguntó Harry a Ron, mientras echaba azúcar en sus cereales.

Su hermana a su lado rodó los ojos antes de reclamarle el hecho de que no se supiera sus propios horarios.

Pociones Dobles con los de Gryffindor —respondió Ron—. Snape es el jefe de la casa Slytherin. Dicen que siempre nos favorece... Ahora veremos si es verdad.

Bueno tener un amigo que hace la mayoría de cosas por ti solo por vivir con la fama del «amigo de» era bastante conveniente, le repetía su hermana.
Ron se ocupa siempre de recordarle su horario y de comentarle cualquier cosa que el consideraba útil en relación al mundo mágico o de alguno de los profesores. Para alguien nuevo en el mundo mágico le resultaba muy útil.

Justo en aquel momento llegó el correo. Harry ya se había acostumbrado, pero la primera mañana se impresionó un poco cuando unas cien lechuzas entraron súbitamente en el Gran Comedor durante el desayuno, volando sobre las mesas hasta encontrar a sus dueños, para dejarles caer encima cartas y paquetes.

Hedwig no le había llevado nada hasta aquel día. Es para no levantar sospechas, le recordaba su hermana, eres un tema de discusión importante y todos saben que no te quedan parientes mágicos vivos, sería raro si de pronto te llegan cosas. Cissy cómo le había pedido la madre de Malfoy que le llamara le enviaría paquetes a Ariadne para ambos, a veces dulces y chucherías, a veces libros o alguna ropa nueva.

Algunas veces volaba para mordisquearle una oreja y conseguir una tostada, Harry sentía que esa era su forma de consolarle por el hecho de nunca tener un paquete para él, después iría de vuelta a dormir en la lechucería, con las otras lechuzas del colegio.
Sin embargo, aquella mañana pasó volando entre la mermelada y la azucarera y dejó caer un sobre en el plato de Harry. Éste lo abrió de inmediato.

Querido Harry (decía con letra desigual)

Sé que tienes las tardes del viernes libres, así que ¿te gustaría venir a tomar una taza de té conmigo, a eso de las tres? Quiero que me cuentes todo lo de tu primera semana.

Envíame la respuesta con Hedwig.

Hagrid

Harry cogió prestada la pluma de Ron y contestó: «Sí, gracias, nos veremos más tarde», en la parte de atrás de la nota, y la envió con Hedwig

Cuando salieron del comedor ambos chicos le interrogaron por el contenido de la carta, a Ron no le pareció muy importante el ir con Hagrid por una taza de té, su hermana por otra parte le dedicó una sonrisa y le pidió que preguntará a Hagrid por sus mascotas.

— Escuché de alguien que Hagrid es bueno con los animales mágicos, estoy pensando en adoptar uno y quisiera saber sus cuidados. —comento Anne restandolé importancia.

Las clases de Pociones se daban abajo, en un calabozo. Hacía mucho más frío allí que arriba, en la parte principal del castillo, y habría sido igualmente tétrico sin todos aquellos animales conservados, flotando en frascos de vidrio, por todas las paredes.
Snape, como Flitwick, comenzó la clase pasando lista y, como Flitwick, se detuvo ante el nombre de Harry.

Pertenecientes A La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora