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Pedri

Volvía a tenerla a mi lado, y ya no se iría. Sus labios habían vuelto a tocar los míos, y sentí en ese preciso momento como si todos mis problemas se desvanecieran. Pensaba que nunca volvería a verla hasta que se me planto delante. No podía esperar para volver a estar con ella, poder volver a abrazarla.

>¿Quieres que vaya a verte? -me llegó un mensaje suyo.

<Siempre voy a querer que me vengas :).

>Jajajaj, vale, pues en media hora estoy ahí<3

No era el amor de mi vida. ¿O si? Si lo era. A ella le dedicaría todos los trofeos y títulos habidos y por haber. Al aparecer por la puerta con una sonrisa y lanzarse a mis brazos yo me sentí completo, la besé, la abracé, no podía dejar de estar con ella. De tocarla. De mirarla. Es un amor de niña.

-Solo me queda una semana para volver al campo de batalla...

-¡Genial! Tengo ganas de ver cómo haces teatro -yo la miro serio, y ella intenta contener una risa-. Si no fueras culé esto no pasaría -ell explota en risas, y sus risas causan las mías.

-Fer era merengue, lo sigue siendo pero desde que en el Barça me iban a tratar mejor. "Yo he sido toda mi vida del Madrid..."

-¿Me lo estás diciendo en serio? -la ilusión en sus ojos me hizo levantarme.

-Sigueme -la lleve hasta mi cuarto y abrí el armario-. Cristiano, Casillas, Zidane, Carvajal... -fui sacando camisetas-. ¿Es o no es del Madrid?

-NO ME LO CREO, ESTAN FIRMADAS.

-Y esta... -saqué una de Casillas, la del Mundial del 2010-. Esta firmada por toda la plantilla. Puyol, Villa, Casillas, Busquets... La colección es de mi hermano, pero él me dijo que no le interesaban en nada. Ademas, para yo tenerlas acumulando polvo... -a ella le brillaron los ojos de tal manera que ni todas las luces de la ciudad igualarían ese brillo. En realidad yo siempre había sido del Barça.

-Ya me gustaría a mí...

-Puedes quedartela. Yo la tengo encerrada en un armario sin que se vea.

-¿Estás de coña? No, no puedo aceptarlo... Esta camiseta vale millones.

-Es tuya -insisto.

-Por dios... -le brillaban los ojos como si fueran estrellas en el firmamento-. No tengo palabras.

-Ni hacen falta -dejé un beso en sus labios y sonreí.

En verdad yo era más madridista que su puta madre, pero si lo decía, me lincharian vivo. La de veces que me había tragado un clásico con los nervios a flor de piel porque no quería que perdiera nadie. Jugaba a dos bandos, a veces.

Uno y dos días pasaron, y por fin volví a tocar el césped. Mis compañeros me recibieron con el mayor abrazo del mundo, sobre todo Gavi.

-¿Que tal con ella?

-Estamos bien, muy bien... Creo que esta vez no habrá nada que se interponga. Ni un británico, ni un alemán, ni un francés, ni pollas. Porque ahí sí que me pego un tiro.

-Sí, pues Asensio...

-NO FERRÁN, AHORA NO ME RAYES.

-SOLO DECÍA. Joder con el canario...

-¿Qué ibas a decir?

-Bueno, como es merengue y tal, y al Asensio lo he visto ojeando...

-Si, pues quietecito, que es mia -joder, eso había sonado tóxico.

🅃🄴 🅅🄴🄾//𝑷𝒆𝒅𝒓𝒊 𝑮𝒐𝒏𝒛𝒂𝒍𝒆𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora