¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LO'AK había formado una relación muy agradable con Payakan, el tulkun que lo había rescatado unas semanas atrás. Se habían vuelto muy cercanos, pero el omaticaya tenía curiosidad, demasiada.
¿Por qué lo exiliaron?
No le había contado a nadie acerca de su nuevo amigo, solo Selen'ka lo sabía y fue porque los encontró juntos al buscarlo. Pero estaba seguro de que igualmente le hubiera contado, sabía que su mejor amiga lo entendería completamente.
Hoy por fin había decidido en contarle a los demás. Se juntaron en unas rocas cerca de la tribu, pero también era lo suficientemente lejana como para que tuvieran privacidad.
Se encontraba Neteyam, Kiri, Tuk, Tsireya, Rotxo, Ao'nung, Selen'ka y por supuesto Loak.
— El día que me perdí en el mar abierto... Selen'ka no me salvó, por si pensaban eso. — Dijo llamando la atención de todos con Selen'ka a su lado, apoyándolo. — Fue un tulkun.
— ¿Tulkun? — Preguntó Ao'nung confundido mirando al omaticaya como si hablara estupideces.
Tsireya miró a su pareja. — Pero los tulkun no han regresado.
