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Ya pasaron cuatro semanas desde la INAUGURACIÓN del nuevo hogar de Neteyam y Selen'ka, todo parecía rondar muy bien. Se despertaban temprano para ir a sus labores en la aldea, también habían comenzado a plantar frutos donde ya se veían pequeñas plantas crecidas de estos.
Todo parecía ir de maravilla, pero Selen'ka no sentía nada raro en ella, por lo menos no por tres semanas. Y si, no lo habían hecho solo una vez.
Ahora Selen'ka se encontraba dando clases de pelea cuerpo a cuerpo, junto con los adolescentes, mientras que Neteyam recién habia salido a las cazas junto con Ao'nung, pues Lo'ak hoy le tocaba ayudar a los guerreros a montar tsurak.
— Está bien... pero debes posicionarte así. — Indicaba Selen'ka con paciencia mientras ayudaba con la postura y el buen manejo de sus piernas y manos.
El na'vi de unos quince años seguía los consejos atentamente.
— Muy bien, así esta mejor. Ahora atacame. — Dijo mientras ella también se ponia en defensa, el adolescente lo dudó un poco y luego tiró un puñetazo, el cual de inmediato Selen'ka lo esquivó. — No, posicionaste el puño así, te podrías fracturas la muñeca y tus dedos, no queremos eso. Ponlo así.
Los demás estudiantes peleaban entre ellos o practicaban su ataque y postura, Selen'ka se dedicaba a ayudar a quienes tuvieran problemas y dificultades.
